A menos productividad, menos salarios

Ayer conocíamos que España ha sido el país de la eurozona en la que menos subieron los salarios por hora trabajada en 2008. Lo hacía público la agencia estadística de la Unión Europea (UE) Eurostat. Si la media europea se situó en un crecimiento del 3,9% frente al 3,3% del IPC, en nuestro país sólo creció un 3,1%, lo que además fue un punto poercential por debajo de la subida del IPC. Dicho esto en palabras llanas, mientras que los españoles perdimos poder adquisitivo (un punto), nuestros vecinos europeos lo incrementaron (seis puntos).

En una primera lectura, uno se revolvería contra la patronal, pero si se hace una lectura más profunda, uno se da cuenta de que esta cuestión, lejos de ser blanco/negro, tiene muchos grises. Y uno de esos grises es el de la competitividad, que en España sigue siendo raquítica comparada con otros países. Si hubiéramos mantenido niveles parecidos a Irlanda, Holanda o Grecia, a pesar de encontrarnos en situación similar, habríamos amortiguado el batacazo en mejores condiciones.

Crecimientos de los costes salariales en la eurozona
(respecto a la inflación)
Superior

• Francia
• Irlanda
• Bélgica
• España
• Malta

Inferior

• Alemania
• Austria
• Chipre
• Eslovaquia
• Eslovenia
• Finlandia
• Grecia
• Italia
• Luxemburgo
• Países Bajos
• Portugal

¿Cómo van a poder los empresarios incrementar los salarios si no se acompaña de crecimientos de productividad? Es muy complicado, por mucho que nos aferremos a la idea de que, a pesar de no existir ese incremento de la productivad, las empresas sí hacen crecer su cuenta de resultados. Eso, como se ha visto ahora, es pan para hoy, hambre para mañana.

Ya lo advirtió esta semana el Premio Nobel de Economía Paul Krugman en su visita a España, al indicar que si España no apuesta por una reforma productiva será necesaria una nueva caída salarial. Sólo podría evitarse, según Krugman, "mediante un crecimiento de la competitividad a través de la innovación". Y esa innovación habrá que saber llevarla no sólo para fortalecer nuestra debilidad sino, además, para impulsar y revitalizar nuestros motores económicos. De otro modo, será imposible romper los peores pronósticos para el sector Turismo, que podría no recuperarse hasta 2010.

Volviendo al origen del post, los costes salariales, y en términos puramente estadísiticos, no hay que olvidar tampoco que en esta caída de los costes salariales en España ha contribuido la llegada del colectivo inmigrante ha abaratado. Así, Eurostat revela que el coste medio por hora trabajada en España es de 16,39 euros, a bastante distancia de los 25,25 euros que se pagan en Francia, los 27,70 de Alemania o los 33,30 de Suecia. A la cola de salarios por hora trabajada se encuentran Hungría con 7,13 euros, Eslovaquia con 6,41 euros y Rumania con 3,41 euros.

Por otro lado, a nuestra caída en los índices de competitividad, que terminan por lastrar los salarios, también se le pueden encontrar algunas causas. Por ejemplo, el absentismo laboral, que en el caso de España es una lacra. Si la media europea se sitúa en el 4,6%, España lo hace en un 6%. Pero eso sólo es una media... porque Comunidades Autónomas como Andalucía sorprenden con hasta un 10%. Y sí, lo siento, pero al final y como hemos ido viendo a lo largo de diversos posts, todos los caminos nos llevan al funcionario: en su caso, el absentismo laboral es hasta un 30% superior al del sector privado, lo que supone un coste al Estado de 13.000 millones de euros.

¿Tenemos el país que merecemos? En parte sí, y no saben lo que lo lamento, sobre todo cuando escucho despotricar porque tenemos sueldos bajos y, debajo de la mesa, estamos defraudando.