Metro: sin luz al final del túnel

Tras unos días de inactividad, regreso al post diario, abordando en esta ocasión un tema local, pero que a buen seguro se reproducirá -es cuestión de tiempo- en otras ciudades que comienzan a disfrutar de nuevos medios de transporte. Me refiero a los paros convocados por Metro de Madrid.
Los datos que facilita el Consorcio de Transportes son un tanto chocantes, puesto que, en una primera lectura, no parece que parezca necesaria una huelga con reinvindicaciones salariales. En su nota de prensa, Metro de Madrid señala que algunas de las peticiones de los empleados son:
  • Subida salarial de 180 euros mensuales (2.700 euros anuales para cada trabajador)
  • Reducción de la jornada laboral a 35 horas (11/12 días menos por empleado/año)
  • Ampliación de la plantilla con 500 trabajadores
Metro de Madrid, en su argumentario para 'combatir' la huelga, señala que en la última legislatura se han incorporado casi 2.000 nuevos empleados a la plantilla del Metro. Además, indica que, en la actualidad, el sueldo medio de aproximadamente el 60% de los trabajadores (conductores, jefes de vestíbulos, jefes de sector y oficiales) ronda los 33.000 euros brutos anuales, lo que apriori parece no legitimar una huelga.

Metro y Sindicatos no parecen llegar a ningún acuerdo, a pesar de las propuestas lanzadas, y los paros continúan. Pero en esta ocasión, los afectados podrían multiplicarse exponencialmente -más allá de los 2 millones de usuarios de ese medio de transporte-, puesto que algunos de los paros previstos para mayo coinciden con la visita del Comité Olímpico Internacional (COI), que esos días estará en la capital para valorar la candidatura de Madrid 2016. Flaco favor que hacen a la candidatura y a ellos mismos si Madrid no consigue esas Olimpiadas. Como indicaba en el post anterior, Madrid se ha hipotecado confiando en gran medida en esas Olimpiadas y, de no conseguirlas, tendremos una ciudad preciosa que no podremos disfrutar porque estaremos tan asfixiados por los impuestos -ya lo estamos, de hecho, con el regreso de tasas como la de basura, por ejemplo-, que no tendremos ni ganas. Y, desde luego, no habrá dinero para pagar ni mejorar las condiciones laborales para esos empleados del Metro.

Llegados a este punto y dada la falta de transparencia por parte de los sindicatos en sus negociaciones/reivindicaciones, cabe preguntarse: Si todos los años hay huelgas, ¿qué es el que negocian? ¿Qué ha logrado en otras ocasiones? ¿Consiguieron demasiado poco o es que son insaciables?

Ejemplos de huelgas anteriores, desde 2005:


Su insolidaridad ha quedado clara para con la ciudad de Madrid al hacer coincidir su paro con la visita del COI. Por lo menos, sería de agradecer que fueran más transparentes en los puntos que toco. Imagino que no lo son porque quedaría patente su inoperancia en negocaciones anteriores. Inoperancia que se ve en otros muchos sectores y que, desde luego, ha quedado más que patente en la actual crisis económica, donde son meros espectadores y, en el mejor de los casos, tertulianos de postín.
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