Nubarrones

Había empezado este post con la intención de hablar sobre pinchazo de la burbuja fotovoltaica en España pero, escuchando la sesión de control, he cambiado de opinión. Mi primera idea era hablar de cómo hoy hemos amanecido con la noticia del cierre de las dos plantas que posee BP Solar en Madrid, dedicadas a la fabricación de células y módulos para la energía sola fotovoltaica en Tres Cantos y al montaje de módulos en San Sebastián de los Reyes. Las consecuencias se traducen en 480 despidos del total de 575 con que cuenta la multinacional en nuestro país. Los pocos que conservan su empleo se mantendrán para, según la nota de prensa emitada por la compañía, "dar apoyo en las ventas, marketing y en otras funciones necesarias para el desarrollo del negocio".

Esta noticia es sólo la punta del iceberg y eso que en el caso de BP Solar, no ha sido tanto por oportunismo -lleva 25 años en España- como por condiciones del mercado. Sin embargo, el pinchazo que se ha producido en este sector, como tantos otros, se veía venir. No es normal que los ritmos de crecimiento superaran el 500%.

Como ya pasara en sectores como el agrario, por ejemplo, España ha vuelto a dar muestras de picardía irracional y cortoplacista, recogiendo subvenciones que se dan sin el control debido. Con la llegada del boom de las energías verdes, mucho emprendedor de pacotilla se lanzó a solicitar la subvención para la energía solar, tomar el dinero y salir corriendo. Se sobredimensionó el sector, se entró en una cruenta guerra de precios y ahora muchos de ellos se encuentran al borde de la quiebra o poniendo perejil a San Pancracio para que Obama y su ecologismo les salve. Lamentable.

De todo eso quería hablar, sí señor, pero sólo 30 minutos viendo la sesión de control me han bastado para darme cuenta, una vez más, de que el nivel de nuestra Política y de nuestros políticos es patético. Ver el Congreso de los Diputados, una vez más, en un patio de colegio donde unos se reprochan a otros, donde nadie contesta a lo que realmente se le pregunta y donde cada grupo aplaude como borregos a sus respectivos portavoces es muy triste.

Y es que no sólo los nubarrones se ciernen sobre el sector fotovoltaico... la tormenta está mucho más encima de lo que nos creemos, por la desorientación de unos y la actitud carroñera de otros. Qué falta nos hace un Obama español. ¿Será posible? ¿Cómo sería? La verdad es que a eso, no tengo respuesta.
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3 comentarios

  1. No tienes respuesta porque no la hay. De este ganao no puede salir nada medio decente.Y ahora encima, como comentas, se nos cae la única cosa que nos daba cierto nombre internacional. Otra vez a las catacumbas de la historia.

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  2. Lo más triste, es que ni siquiera en las Juventudes de los partidos se ve esperanza, porque son aún más radicales en sus planteamientos que los 'papás políticos'. Imagino que es la única manera de subir... veáse a Arantza Quiroga: http://www.20minutos.es/noticia/459932/0/arantza-quiroga/politica/vasca/

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  3. Me deprimo, David.
    Voy a tener que cogerme unos días de oxígeno

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