El sinsentido del 'relax' en los diarios
Tras varios días postrado con una faringitis de caballo, vuelvo a la carga. Esta vez, tras la lectura de un interesantísimo artículo de Milagros Pérez Oliva, la defensora del lector de El País –hace tan sólo unos meses que estrenó funciones-. En él, aborda el eterno debate de por qué los diarios publican día tras día anuncios clasificados de, no ya pornografía, sino, de prostitución.
Al parecer, tras la reciente publicación del reportaje La explotación sexual en España, firmado por Mónica Ceberio y Álvaro de Cózar, en el que se abordaban los horrores de la esclavitud sexual, el goteo de quejas que se recibían por los clasificados de prostitución se convirtió en un auténtico torrente.
Lógico, puesto que el reportaje venía a ser una dura crítica contra esta práctica, lo que parece una pura contradicción si se tiene en cuenta que ésta se potencia desde los clasificados.
La defensora del lector –partidaria de la eliminación de los anuncios- es clara al admitir que “diarios como el Frankfurter Allgemeine, Le Monde, Daily Telegraph o The Guardian no publican este tipo de anuncios. De hecho, la mayor parte de los diarios serios no los publican. The International Herald Tribune tomó la decisión de suprimirlos en 2003 al considerar que mantenerlos era incoherente con su línea editorial”.
¿Por qué se mantienen en España ? La propia vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ya ha declarado en alguna ocasión su intención de intervenir para que se dejen de publicar estos anuncios.
Respecto a El País, y retomando el artículo de Pérez Oliva, ¿saben que es lo más inquietante? Que el artículo 1.29 del Libro de Estilo de El País señala: "La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que contribuyan a su difusión".
Aunque a buen entendedor, sobran palabras, sí quisiera escuchar las suyas. ¿Qué opinan ustedes al respecto?
Al parecer, tras la reciente publicación del reportaje La explotación sexual en España, firmado por Mónica Ceberio y Álvaro de Cózar, en el que se abordaban los horrores de la esclavitud sexual, el goteo de quejas que se recibían por los clasificados de prostitución se convirtió en un auténtico torrente.
Lógico, puesto que el reportaje venía a ser una dura crítica contra esta práctica, lo que parece una pura contradicción si se tiene en cuenta que ésta se potencia desde los clasificados.
La defensora del lector –partidaria de la eliminación de los anuncios- es clara al admitir que “diarios como el Frankfurter Allgemeine, Le Monde, Daily Telegraph o The Guardian no publican este tipo de anuncios. De hecho, la mayor parte de los diarios serios no los publican. The International Herald Tribune tomó la decisión de suprimirlos en 2003 al considerar que mantenerlos era incoherente con su línea editorial”.
¿Por qué se mantienen en España ? La propia vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ya ha declarado en alguna ocasión su intención de intervenir para que se dejen de publicar estos anuncios.
Respecto a El País, y retomando el artículo de Pérez Oliva, ¿saben que es lo más inquietante? Que el artículo 1.29 del Libro de Estilo de El País señala: "La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que contribuyan a su difusión".
Aunque a buen entendedor, sobran palabras, sí quisiera escuchar las suyas. ¿Qué opinan ustedes al respecto?
Sin comentarios