Brotes verdes y rastrojos
Vaya por delante de este post, que yo no soy un experto en economía y, probablemente, nunca lo seré, pero el post de hoy -sino el de ayer- de obligatoria realización eran los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Y como soy no soy experto en economía, leo, leo mucho, y veo que la práctica totalidad de los diarios hoy critican la política económica del Gobierno.
El País: Cuentas oscuras
La única excepción:
El Periódico: : 'Unos presupuestos razonables'
Y entre todas las consideraciones que se hacen en estos artículos, una de las que más me inquietan son las que se refieren a las SICAV, esto es, las Sociedades de Inversión de Capital Variable que, a diferencia de los Fondos de Inversión (FI), adoptan la forma jurídica de Sociedades Anónimas cuyo objeto social es la gestión de un patrimonio, pero en lugar de tributar en sus beneficios al 30% como las Sociedades Anónimas, lo hacen al 1%.
¿A quién beneficia directamente ésto? A los ricachones, que se hacen de oro. Los argumentos para mantener esto es que si se subiera la tributación, terminarían llevándose las fortunas a otros países, como Irlanda. Es inmoral este sistema, puede que no haya otro, pero desde luego, es inmoral. Nos convierte en pequeños paraísos fiscales 'internos', porque seguimos siendo incapaces de atraer capital extranjeros. Por cierto, especialmente recomendable el reportaje sobre paraísos fiscales de "Y Larra se pegó un tiro".
Y, ¿saben qué es lo peor? Que cuando aparezcan los famosos brotes verdes, seremos los españolitos de a pie quienes nos manejemos entre rastrojos, los nuestros y los de los tipos de las SICAV.
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