Europa tiene fiebre
El próximo 9 de noviembre se celebra el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín pero, a la luz de los datos del último informe del Instituto Forsa, aún quedan algunos cimientos. La encuesta realiza por este instituto entre 1.002 alemanes revela que el 15% de los alemanes extraña la Alemania dividida. De ellos, un 16% pertenece al oeste y un 10% al este.
Bien es cierto que una muestra de poco más de 1.000 alemanes, teniendo en cuenta que su población es de 82 millones, parece demasiado pobre, pero sí que es llamativo... y preocupante, aún con la resaca por el reciente anuncio del Príncipe de Asturias de la Concordia para Berlín.
En épocas de crisis los extremismos se acentúan y, así, buena parte de la Alemania occidental no quiere una subida de impuestos que sirva para la reconstrucción del lado comunista, que ya ha absorbido 1,2 billones de euros en fondos estatales. Mientras, en la Alemania del este el poder adquisitivo apenas alcanza el 80% de la de sus vecinos occidentales, con un mayor índice de paro y una población cada vez más menguada (desde 1990 la población se redujo en unos dos millones de habitantes).
Cuando hay fiebre, hay infección. Y Europa, no sólo Alemania, tiene fiebre y ha de estar muy atenta al resto de los síntomas para que no se le vaya de las manos. Ayer, José Manuel Barroso fue re-elegido como presidente de la Comisión Europea por 382 votos a favor, 219 en contra y 117 abstenciones. Durante su nuevo mandato de cinco años al frente del Ejecutivo europeo, sus prioridades serán:
- Reforzar la dimensión social de la economía de mercado
- Respaldar el crecimiento, el empleo y la inclusión social
- Promover la innovación, respaldando a las pymes
- Reforzar el enfoque integrado en la nueva Estrategia de Lisboa
Pues eso. Manos a la obra.
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