Bardem con el Sáhara

Bardem visitó hace dos años el campamento de refugiados de Dajla con motivo del Festival de Cine del Sáhara, en cuya próxima edición ya estamos trabajando -del 26 de marzo al 2 de mayo de 2010-. Tras su paso por el campamento, el compromiso del actor con la causa saharaui ha sido exquisito, incluyendo la campaña todosconelsahara.com

Sin embargo, leyendo las preguntas, me ha llamado la atención la siguiente:

El propio Bardem señala que "no creo que una cosa quite la otra. Desgraciadamente, hay muchísimos frentes abiertos por todo el mundo".

¿Por qué tenemos esa extraña manía, egoista en grado extremo, de no querer prestar ayuda más allá de nuestras fronteras? Recuerdo que el mismo debate apareció tras la intervención de Zapatero en la ONU, cuando éste subrayó el compromiso que se debía tener para combatir la desigualdad, especialmente en continentes como el africano. En el espacio de Fernando Berlín se abrió el debate de por qué ayudar a África cuando tenemos pobres en España.

Muy sencillo, porque es posible hacerlo todo a un tiempo. Los mecanismos de la globalización y las estructuras internacionales, para bien o para mal, así lo posibilitan, de modo que no por cortar el grifo a la ayuda internacional se van a acelerar las soluciones internas. Lo que habría que hacer es no sólo acelerar, sino plantear correctamente ambas.

Por otro lado y en el caso concreto del Sáhara, no olvidemos que aunque ya no sea territorio español, son ex-ciudadanos españoles... así que, siguiendo el planteamiento de esa pregunta: ¿no deberíamos ocuparnos de los que 'hemos echado de casa'?