Reactores bajo tierra
La energía nuclear siempre ha sido objeto de polémica. Ahora, un ingeniero químico que fue director general de Petróleos de Venezuela, Javier Hernández Rodríguez, ha realizado unas declaraciones a La Nueva España que levantarán alguna ampolla. Hernández Rodríguez está convencido de que "la energía nuclear tiene que desempeñar un papel" y no ha de descartarse, si bien las energías renovables han de ser protagonistas en nuestras vidas.
Así las cosas, y he aquí la polémica reflexión, el ingeniero se pregunta "por qué Asturias no puede tener centrales nucleares en el fondo de las minas". Desde su punto de vista, "nosotros tenemos aquí la experiencia de trabajar a 700 metros de profundidad. Si la gente está asustada por la energía nuclear, se pone ahí abajo; y si pasa algo, se vuela, queda enterrada y no sale radiación".
Ignoro si se concretará esta idea pero, desde luego, ya no está claro que los pueblos se cierren en banda, a la luz de lo sucedido con el almacén de residuos radioactivos. El dinero hace que se esfumen muchos temores y, en el caso concreto de las cuencas mineras azotadas por la crisis, las poblaciones que vivían de los pocos cerrados podrían dejarse seducir por el empleo y la inversión que atraería una central nuclear en el pozo negro al que ahora nadie baja.
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