El autobombo obsceno
2009 y, sobre todo, su cierre, será uno de los que Zapatero hubiera deseado no vivir jamás. En mitad de las crisis, los asuntos feos aparecen por todas partes y crecen y crecen, bien por sí sólos o por la mala gestión llevada a cabo en torno a ellos. La Ley de Economía Sostenible, Aminatou Haidar, el Alakrana, los cooperantes secuestrados en Mauritania, Sitel... una lista que parece no terminar nunca.
Cualquiera en su situación se vendría abajo. ¿Qué pensará por las noches cuando caiga en la cama? No lo sé. Lo que sí sabemos es lo que piensa cuando está en pie: sin sus medidas del Plan E el paro estaría en el 20%. Debemos estarle agradecido.
Yo calificaría de bastante desafortunadas estas declaraciones, realizadas hoy durante la presentación del Informe Económico del Presidente que, a diferencia de años de bonanza, ha evitado su puesta de largo en la Bolsa de Madrid o en la sede del Consejo Económico y Social y ha preferido jugar en casa, en Moncloa, más arropado.
Por una vez y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con Rajoy: "Lo que precisamos en este momento es una rectificación urgente de la política económica y no el autobombo obsceno al que hemos asistido esta mañana en el Palacio de La Moncloa". Eso sí, agradeceríamos también alguna buena idea por parte del principal partido de la oposición.
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