El precio del estatuto avanzado
"Mientras se resuelve el contencioso, en conformidad con la posición de Naciones Unidas, España constata que la ley marroquí se aplica en el territorio del Sáhara Occidental". Así rezaba el comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores el día que se liberó a Aminatou Haidar. Desde entonces, el debate sobre la palabra 'constatar' sigue absorbiendo demasiados esfuerzos y energías, hasta el punto de que ayer mismo el ministerio difundió un informe para dar marcha atrás y afirmar que "no puede entenderse, en ningún caso, como un reconocimiento de soberanía ni de derecho alguno de Marruecos sobre el Sáhara Occidental".
Paralelamente, hace dos días se reunió el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Angel Lossada, con el secretario general de Asuntos Exteriores del Ministerio de Asuntos Exteriores y para la Cooperación de Marruecos, Youssef Amrani, acompañado de Nabil Adghoghi, director de Asuntos Europeos. Nada ha trascendido de esa reunión por parte del ministerio de Moratinos.
Sí han trascendido algunas declaraciones del ministro marroquí de Exteriores, Taib Fasi Fihri, que ha asegurado que el caso de Aminatu Haidar no "ha afectado para nada el estatuto avanzado de asociación con la Unión Europea" y recordó que no sólo "Marruecos es socio de la UE" sino que el estatuto "no es un regalo europeo, sino una serie de compromisos que comportan obligaciones que el país ha asumido".
Las sospechas de Cayo Lara (IU) o, incluso, del Frente Polisario, se constantan en referencia al cheque en blanco que España podría haber dado a Marruecos en material del estatuto avanzado a cambio de la libertad de Aminatou. Es misión de España, que asume en enero la presidencia de la Unión Europea (UE), cortar las alas a este estatuto, que vendría a legitimar la violación de los Derechos Humanos de Marruecos -en la foto, represión en El Aaiún-, haciendo cómplice a la UE.
NO DEJEN DE LEER la última entrevista a Aminatou Haidar, sólo así es posible entender lo que España y la UE podría llegar a legitimar.
Paralelamente, hace dos días se reunió el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Angel Lossada, con el secretario general de Asuntos Exteriores del Ministerio de Asuntos Exteriores y para la Cooperación de Marruecos, Youssef Amrani, acompañado de Nabil Adghoghi, director de Asuntos Europeos. Nada ha trascendido de esa reunión por parte del ministerio de Moratinos.
Sí han trascendido algunas declaraciones del ministro marroquí de Exteriores, Taib Fasi Fihri, que ha asegurado que el caso de Aminatu Haidar no "ha afectado para nada el estatuto avanzado de asociación con la Unión Europea" y recordó que no sólo "Marruecos es socio de la UE" sino que el estatuto "no es un regalo europeo, sino una serie de compromisos que comportan obligaciones que el país ha asumido".
Las sospechas de Cayo Lara (IU) o, incluso, del Frente Polisario, se constantan en referencia al cheque en blanco que España podría haber dado a Marruecos en material del estatuto avanzado a cambio de la libertad de Aminatou. Es misión de España, que asume en enero la presidencia de la Unión Europea (UE), cortar las alas a este estatuto, que vendría a legitimar la violación de los Derechos Humanos de Marruecos -en la foto, represión en El Aaiún-, haciendo cómplice a la UE.
NO DEJEN DE LEER la última entrevista a Aminatou Haidar, sólo así es posible entender lo que España y la UE podría llegar a legitimar.
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