Internet no necesita el Nobel

El controvertido nombramiento de Obama como Premio Nobel de la Paz ha despertado sueños de grandeza de muchos y un alud chistes y parodias por otro. El anuncio de que científicos, activistas o diseñadores piden ahora este premio para Internet no sé muy bien en cuál de las dos categorías encuadrarlo.

Decididamente, hemos perdido el juicio. Una cosa es que nos aunemos todos para que no se pisoteen nuestros derechos civiles con una ley represora y arbitraria y otra muy distinta desvirtuar un premio que, con el paso de los años y propuestas como éstas, se ha visto un tanto desvirtuado.

Alfred Nobel describió al merecedor de este premio como "la persona que haya hecho la mayor o la mejor la obra para la fraternidad entre naciones, para la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y para la celebración y promoción de los congresos de la paz". Y eso, me van a perdonar, no es para Internet, a pesar de la indudable aportación de ésta.

En la web que apoya la iniciativa, Internet for peace, el razonamiento seguido es el siguiente: la Red se ha convertido en una gran red social y el contacto de unos con otros siempre ha sido el mejor antídoto contra el odio y los conflictos. Entonces, ¿qué hacemos con los pedófilos? ¿Y con los suicidios colectivos? ¿Y con la venta de medicamentos ilegales? ¿En el diploma ponemos que el premio es para todos menos para esos?

¿De veras tiene sentido el Nobel de Paz para Internet? ¿Por qué no para la música? Internet es un invento maravilloso pero es el uso que hacemos de él lo que la convierte en útil, en beneficiosa para la Humanidad. Sigamos por ese camino y sigamos uniéndonos ante las injusticias; ese es el mejor reconocimiento que le podemos hacer.