"Periodistas con mucha opinión y poca calle"
Esta es la segunda entrega, resultado de la charla que ayer dió Jon Lee Anderson en Madrid. En el coloquio posterior surgió la inevitable pregunta: ¿Qué opina de Internet, los blogs y Twitter?
Esta fue su respuesta:"Internet y los blogs han hecho todo todavía más inmediato, pero no sé si estamos mejor informados. Hay poco rigor. No sé si hay calidad para tanta cantidad. ¿Cómo es posible establecerse prioridades si sólo nos guiamos por los hits? Uno de los grandes riesgos es que cada vez más tenemos noticias por votación popular, es un poco como el circo romano. Pero hay de todo, hay una Internet noble, que comienza a ser rigurosa, a convertirse en referencia. Los otros son lastres. Lo mismo sucede con la TV, que hay pocos canales que merezcan la pena y existe mucha telebasura".
La conclusión de Anderson es la que venimos comentando muchos colegas entre copas o cafés: cada vez más se está confundiendo periodismo con generación de contenido. Y no es lo mismo. De hecho, en el Anuario de la Profesión Periodística quedaba en entredicho, precisamente, la credibilidad, circunstancia que viene motivada por lo que más adelante apuntó Anderson:
"Los blogueros son acumuladores y fiscalizadores de información. Hay genialidad en ese oficio, pero se pierde olfato, no se es un reportero de primer nivel. Pueden ser buenos, ingeniosos, pero no están olfateando el sudor, no tienen tierra bajo las uñas y no tienen la visión tridimensional. Estamos generado periodistas con mucha opinión y mucho juicio, y poca calle, poco olfato periodístico".
¿Cuál es la gran desventaja de eso? Que, en sus propias palabras, "si los periodistas no hacemos el papel de fiscales del poder, tanto de gobiernos como de los que están al margen del poder, estamos perdidos. Y eso no se puede hacer desde una oficina".
Así las cosas, ¿tiene futuro el periodismo? Y aquí es donde el periodista del The New Yorker le dió la vuelta a la tortilla, sorprendiendo a todos: "En Europa el ambiente está cargado con el pesimismo del futuro del periodismo. En América Latina no sucede eso. Allí hay mucho entusiasmo, allí quedan energías suficientes para hacer cosas nuevas. En prácticamente todos los países se han creado espacios nuevos en los que poder hacer buen periodismo y, aunque sea en Internet, se trata de trabajos que llevan varia semanas, no es la inmediatez y las prisas lo que manda".
Aún hay esperanza.
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