Economía sumergida no, 'chacha' explotada sí
Desayunaba hoy leyendo el post de Pilar García de la Granja, en su blog de Intereconomía. Aborda el grave problema de la economía sumergida que, por razones obvias, en épocas como las que vivimos se incrementa. Es curioso, pero atribuye el mal de la economía sumergida unicamente al Gobierno, al que, incluso, acusa de mantenerla porque interesa. ¿Por qué? Para bajar el paro. Sí, la "especializada en información económica, financiera y empresarial" se queda tan ancha.
A nadie se nos escapa que bajar la cifra de parados tirando de economía surmegida ni siquiera es pan para hoy, es hambre y más hambre, hoy, mañana y pasado mañana. La realidad nos dice que la tasa de paro de los inmigrantes triplica la de los autóctonos, pero también nos indica que hay más de 100.000 inmigrantes absorbidos por la economía sumergida.
La pregunta aqui es: ¿Quién contrata a inmigrantes de manera ilegal? ¿El Gobierno? NO. Los españoles, esos que consiguen que el servicio doméstico esté a la cabeza del dinero en negro, son los que fomentan esta situación entre los inmigrantes. Por eso, me llama poderosamente la atención que en el post de García de la Granja no se haga ni un sólo llamamiento a la conciencia social, a la ciudadanía que se deja seducir por la economía surmegida para mantener a flote su negocio -esta es una tentación que puede convertirse en necesidad por la mala gestión de la crisis del Gobierno, lo sé- y, sobre todo, a la ciudadanía que contribuye al empobrecimiento de la economía, de la sociedad y del mismo ser humano contratando a gente para que le sirva y pagando poco y mal (en negro).
Me gustaría saber si todo el que se queja de la inmigración y de, como he leído por ahí, "cómo nos vienen a robar el trabajo y las ayudas", tienen a su "chacha limpiacristales" bajo cuerda. Incluida la señora García de la Granja, por supuesto.
Excel·lent reflexió.
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