Las fotos censuradas en Valencia

El País/Carles Francesc

Francisco Camps y Rita Barberá celebrando su triunfo durante la noche electoral en un local público valenciano. (07/06/2009)

El Periódico/Miguel Lorenzo

El president de la Generalitat, Francisco Camps, junto al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, en la capilla del Palau de la Generalitat. (05/05/2009)

ABC/Mikel Ponce

Investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad Cardenal Herrera, CEU, de José María Aznar. (20/01/2009)

El País/Santiago Carregui

Ravi Singh, en la campaña electoral de Obama con el secretario general de los socialistas Jorge Alarte.

El Mundo/ José Cuéllar

El ex vicepresidente de la Generalitat Victor Campos, charla con Álvaro Pérez en la terraza de un hotel.

El País/Carles Francesc

Comparecencia ante el Tribunal de Justicia Valenciano por el caso Gürtel del President de la Generalitat, Francisco Camps, arropado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y otros consellers saliendo del TSJ.

El Periódico/Miguel Lorenzo

El portavoz parlamentario y secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, la noche que fue cesado de todos sus cargos por la dirección nacional del Partido Popular. (13/10/2009)

Levante EMV/Miguel Angel Montesinos

Mitin central de la campaña Europea del PSOE en Valencia. (23/05/2009)

El Mundo/Benito Pajares

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ayuda al President de la Generalitat, Francisco Camps, a introducirse en su coche, después de salir del TSJ donde este último declaró por el caso Gürtel. (20/05/2009)

El Mundo/Vicent Bosch

El President de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, el Vicepresident Vicente Rambla y el Portavoz del grupo popular en las Cortes, Ricardo Costa, se levantan al inicio del pleno de sesión de control en las Cortes Valencianas. (30/09/2009)

EFE

Combo de dos imágenes tomadas ayer y hoy de la sección de política de la exposición "Fragments d'un any".

(Gracias a Público)
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1 comentario

  1. “Una imagen vale más
    -se dice- que mil palabras”
    Eso debieron pensar
    los que han hecho retirar
    las imágenes que estaban
    expuestas en un museo
    y en las que se retrataban,
    en diferentes momentos
    de la vida valenciana,
    a políticos electos
    salpicados por la trama.
    Han retirado de Camps,
    el electo presidente,
    acompañado de Rambla
    y de Costa, como siempre,
    y de Rita Barberá
    con cara muy sonriente,
    de Jose María Aznar,
    actual expresidente…

    Aunque se puede pensar,
    porque parece evidente,
    que no lo han hecho al azar
    al elegir a estas gentes
    (no hay periodista inocente),
    tampoco es menos veraz
    que el tema ha sido candente
    durante el pasado año
    y es lógico que se refleje
    siendo “Fragmentos de un año”
    el título que presente
    estas fotos del pasado.

    Más allá de la censura,
    como siempre criticable,
    lo que me pone de punta
    los pelos como un alambre,
    es lo que tienen de tontos,
    es que alguien se pensase
    que retirando diez fotos
    nadie iba a rebelarse
    y que olvidarían todo
    escapando bien del lance.

    Dicen que quien lo ha pedido
    es quien manda en el museo
    tras haberse reunido
    con Cultura, según creo.
    Lo que parece probable,
    como dice el Director
    de ese museo en cuestión,
    es que quien lo retirase
    o tomó la decisión
    fuera la Diputación
    con un golpe de su guante.

    Al final el resultado,
    el lógico y razonable…
    Periodistas valencianos
    cierran de golpe el debate
    cerrando la exposición
    con una vuelta de llave
    “O están todas las que son
    o la expo no se abre”;
    el Partido Popular
    centra de nuevo el debate
    y su nombre vuelve a estar
    en todos los titulares
    asociados a la Gürtel
    y al resto de sus desmanes
    cuando vivían un auge
    tras los recientes avances
    en las encuestas de voto
    que contestan los votantes;
    la censura que retorna
    cual turrón en Navidad
    y de nuevo arroja sombras
    sobre nuestra libertad…
    y nosotros, que nos toca,
    sentir incredulidad
    en políticos de broma
    de la esfera nacional.

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