Sangría sanitaria
Es triste, muy triste que en plena crisis económica y con más de cuatro millones de parados se desvele que al Sistema Nacional de Salud le faltan cerca de 9.000 médicos, no sólo de familia (a mí, me gustaba más lo de 'de cabecera'), sino especialistas tan importantes como pediatras, ginecólogos, especialistas en cirugía general, anestesistas.
La vergonzosa cifra la ha puesto encima de la mesa un informe de la Universidad Europea de Madrid (UEM), que sitúan la necesidad en unos 6.000 en atención primaria y 3.000 en hospitales. La causa de esta situación es la precariedad que lleva años sufriendo este sector y que, si no fuera por su vocación, aún se acrecentaría más. De hecho, desde 2008 casi se ha triplicado el déficit y para el 2025 podríamos estar hablando de 25.000 profesionales.
Pero, ¿es que ya nadie estudia medicina? Por su puesto que sí, pero debido a esta precariedad, la Confederación Estatal de Médicos y la Organización Médica Colegial (OMC) indica que hay más de 8.000 médicos españoles ejerciendo en otros países. A los que se añaden 1.000 más que no trabajan como médicos. Y justo ahora, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) asegura que en los últimos meses se han marchado 574 de sus 3.045 especialistas, casi un 20%.
¿De qué nos sirve seguir construyendo hospitales si no hay médicos para trabajar en él? (Salvo en Madrid, que como es Sanidad privada...). Es lamentable. No descubro nada, pero esta situación nada tiene que ver con la crisis porque viene de lejos y el Gobierno de turno -ya sea PSOE o PP- no han hecho nada para acabar con los turnos maratonianos de 48 horas -incluso en cirujías-. Y mientras, como siempre, la ciudadanía sufriendo, en todos los sentidos.
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