Adiós al periodista estrella

Y es que el post de Antonio supone todo un ejercicio de humildad, de dar al César lo que es del César. Como buen corresponsal de guerra que es -ahora en Kabul-, Antonio se debe a su 'fixer', esto es, el guía local que le ayuda en su día a día, que le conduce al sitio adecuado en el momento adecuado para poder contarnos después las historias de la guerra y, sobre todo, las intrahistorias de la guerra.
La entrada de hoy de Antonio es un homenaje a Mohammad Salem Wahdat (arriba en la foto), su 'fixer', y al resto de los que como él se juegan el tipo para que la prensa pueda contar al resto del mundo la realidad de una guerra. Como apunta Antonio, son personajes que pasan inadvertidos porque "la vida de los locales no vale nada comparada con la de un occidental". Y, tristemente, tiene razón, del mismo modo que la máxima de que "los muertos kilométricos no cuentan", en referencia a que, a medida que una catástrofe es más lejana, el impacto de la noticia de un fallecimiento es menor.

La máxima aspiración de un buen periodista debería ser que el mundo recordara las historias que contó, no su nombre y apellidos, que la realidad que transmitió un día hubiera calado en el colectivo.
Gracias, Antonio, por ponernos los pies en la tierra a algunos, por descubrir a muchos otros la figura del 'fixer' y su valor y por haber conseguido desenmascarar, inocentemente y de manera indirecta, a quienes se creen estrellas de una guerra y se ciegan por su propio centelleo en lugar de centrarse en los auténticos héroes.
Gracias.
Sólo darte las gracias por dedicarme esta entrada! De verdad, muchas gracias!
ResponderEliminarGracias a ti. Sencillamente, me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate mucho por esas tierras. ¡Te sigo de cerca, amigo!
gracia amigo por escribir sobre mi y mis trabajos con periodista es pero que todo muybein en espana
ResponderEliminarsalem wahdat des de Afghanistan