La Bastilla del Camp Nou
La Casa Real tiene miedo. Hoy la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tiene que decidir dónde se jugará la final de la Copa del Rey de fútbol. Las dos opciones son Valencia y Barcelona y desde la Zarzuela no se termina de ver con buenos ojos la posibilidad catalana. ¿El motivo? Los abucheos que ya han sufrido los miembros de la monarquía Borbón en la final del año pasado -curiosamente, en Valencia, a la que no se han opuesto este año- y en la de baloncesto este año en Bilbao.
Dado el carácter independentista que asume la Casa Real a Cataluña, imaginarse en el Camp Nou le hace sudar frío y eso a pesar de que desde la RFEF se ha asegurado que, dado que los finalistas son el Sevilla y el Atlético de Madrid, no habría demasiado antimonárquico en el estadio.
Veremos finalmente donde se juega el trofeo, pero lo que es evidente es que la Casa Real delata su verdadera naturaleza al negar al pueblo catalán disfrutar de su presencia por miedo a los opositores. Son sólo abucheos, no se ha montado la Bastilla. Pueden estar tranquilos... aún.
A fin de cuentas, son reyes de todos los españoles... ¿o no?
Dado el carácter independentista que asume la Casa Real a Cataluña, imaginarse en el Camp Nou le hace sudar frío y eso a pesar de que desde la RFEF se ha asegurado que, dado que los finalistas son el Sevilla y el Atlético de Madrid, no habría demasiado antimonárquico en el estadio.
Veremos finalmente donde se juega el trofeo, pero lo que es evidente es que la Casa Real delata su verdadera naturaleza al negar al pueblo catalán disfrutar de su presencia por miedo a los opositores. Son sólo abucheos, no se ha montado la Bastilla. Pueden estar tranquilos... aún.
A fin de cuentas, son reyes de todos los españoles... ¿o no?
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