Prensa y toros: al cuerno con el sufrimiento
Comienza la Feria de Abril y con ella, y de pleno, la temporada de festejos taurinos. Aún con la resaca fresca del procedimiento antitaurino en Cataluña y de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de Esperanza Aguirre surge un tema que, a todas luces -sean o no del 'traje', que diría Camps-, también es polémico: ¿Qué papel han de adoptar los medios de comunicación en este tema? Para empezar, la misma Asociación de la Prensa de Madrid cuenta con una comisión específica para el tema.
En esto de los toros, no hay colores políticos que valgan, sino más bien dinero contante y sonante. Que la SER publique su habitual guía taurina o que El País dé una amplísima cobertura a la Feria de Abril es perfectamente compatible con las crónicas de El Mundo, ABC o de La Razón. Todos a una. ¿Todos? Bueno, no. Público es una de las agradables excepciones que uno encuentra, a pesar de que no le vendrían mal unos eurillos a sus arcas, todo sea dicho de paso.
Entiendo que quien no sólo se limita a informar, sino que hace un extra como son los casos mencionados, está a favor de la mal llamada 'fiesta nacional', aún cuando reconozcan en sus editoriales el "potente argumento" de "la tribuna animalista: la condena del sufrimiento de los animales, y por ende la lucha contra la crueldad en su trato, como seña de identidad de una civilización respetuosa y compasiva".
Siendo así, uno se pregunta -malintencionadamente, lo admito- ¿cómo es posible que el mismo diario que cuando Aguirre se erigió como garante de las corridas de toros en Madrid y, por ende, de una sustancial fuente de ingresos del Grupo Prisa, en una información -ni siquiera en Opinión- hablara de "Espontánea Esperanza Aguierre" o señalara que "Esperanza Aguirre no había sido invitada al debate del Parlamento catalán. Dio igual: ella se autoinvitó sin problemas"? El mismo diario que se niega a dar cobertura a un deporte olímpico como el boxeo por considerlo una atrocidad.
Las hemerotecas son muy traicioneras, todo un arma de doble filo para quienes no son consecuentes con sus actos o se dejan seducir por los cantos de sirenas con forma de euro... Y más, en crisis.
En esto de los toros, no hay colores políticos que valgan, sino más bien dinero contante y sonante. Que la SER publique su habitual guía taurina o que El País dé una amplísima cobertura a la Feria de Abril es perfectamente compatible con las crónicas de El Mundo, ABC o de La Razón. Todos a una. ¿Todos? Bueno, no. Público es una de las agradables excepciones que uno encuentra, a pesar de que no le vendrían mal unos eurillos a sus arcas, todo sea dicho de paso.
Entiendo que quien no sólo se limita a informar, sino que hace un extra como son los casos mencionados, está a favor de la mal llamada 'fiesta nacional', aún cuando reconozcan en sus editoriales el "potente argumento" de "la tribuna animalista: la condena del sufrimiento de los animales, y por ende la lucha contra la crueldad en su trato, como seña de identidad de una civilización respetuosa y compasiva".
Siendo así, uno se pregunta -malintencionadamente, lo admito- ¿cómo es posible que el mismo diario que cuando Aguirre se erigió como garante de las corridas de toros en Madrid y, por ende, de una sustancial fuente de ingresos del Grupo Prisa, en una información -ni siquiera en Opinión- hablara de "Espontánea Esperanza Aguierre" o señalara que "Esperanza Aguirre no había sido invitada al debate del Parlamento catalán. Dio igual: ella se autoinvitó sin problemas"? El mismo diario que se niega a dar cobertura a un deporte olímpico como el boxeo por considerlo una atrocidad.
Las hemerotecas son muy traicioneras, todo un arma de doble filo para quienes no son consecuentes con sus actos o se dejan seducir por los cantos de sirenas con forma de euro... Y más, en crisis.
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