¿Cuántos ricos hay en España?
Regreso a España y me encuentro con la noticia del impuesto para ricos que está estudiando poner en marcha el Gobierno... se habla que para aquellos que superen, entre renta y patrimonio, el millón de euros. Un impuesto del que no se conocen detalles de cuánto recaudaría y, mucho menos, de a cuánta gente afecta. ¿Verdad que a usted, como a mí, le gustaría saber cuánta gente en este santo país supera el millón de euros? A fin de cuentas, sí se conocen cifras de pobres...
Hay quien ya ha comenzado a especular que son estas riquezas las que mueven al país, mismo argumento que se esgrimía cuando se hablaba de apretar las SICAV. Yo disiento, no lo puedo evitar; imagino que por la mente obrera que tengo y, a veces, creo que padezco. Son más bien los que no tiene fortunas los que ayudan a mantener la riqueza de ese grupo, cuya cuantía me muero por saber.
Por otro lado y aún con jet-lag, más que de horario, de cultura y discusiones tras mi paso por Las Vegas, me encuentro también con mi colega Jacinto pregutándose que "¿Qué clase de sindicatos son éstos (de clase no) que salen a la calle ahora que se ven afectados sus sueldos? Durante dos años de una crisis profundísima, y con cuatro millones de parados en España, no han movido ni un dedo".
Y eso me lleva, una vez más, a la misma reflexión: ¿De veras necesitamos a los sindicatos de hoy para actuar o es que hemos perdido por completo la conciencia obrera que, de tenerla, quizás no nos habría llevado a la actual situación? Hace falta reaccionar, demostrar de algún modo contundente a nuestros gobernantes -y a quienes ansían febrilmente con serlo- que gobernarnos es un privilegio, no un derecho, y que son ellos quienes están a nuestro servicio y no a la inversa.
Hay quien ya ha comenzado a especular que son estas riquezas las que mueven al país, mismo argumento que se esgrimía cuando se hablaba de apretar las SICAV. Yo disiento, no lo puedo evitar; imagino que por la mente obrera que tengo y, a veces, creo que padezco. Son más bien los que no tiene fortunas los que ayudan a mantener la riqueza de ese grupo, cuya cuantía me muero por saber.
Por otro lado y aún con jet-lag, más que de horario, de cultura y discusiones tras mi paso por Las Vegas, me encuentro también con mi colega Jacinto pregutándose que "¿Qué clase de sindicatos son éstos (de clase no) que salen a la calle ahora que se ven afectados sus sueldos? Durante dos años de una crisis profundísima, y con cuatro millones de parados en España, no han movido ni un dedo".
Y eso me lleva, una vez más, a la misma reflexión: ¿De veras necesitamos a los sindicatos de hoy para actuar o es que hemos perdido por completo la conciencia obrera que, de tenerla, quizás no nos habría llevado a la actual situación? Hace falta reaccionar, demostrar de algún modo contundente a nuestros gobernantes -y a quienes ansían febrilmente con serlo- que gobernarnos es un privilegio, no un derecho, y que son ellos quienes están a nuestro servicio y no a la inversa.
Muy buen post. Aunque por lo que leo, me parece que no te has hecho millonario en Las Vegas. :-)
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Adrian! Me temo que no... ni un triste dólar... :(
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