El juez cultureta y xenóbofo
Empezamos el día con dos datos estadísticos reveladores: el 60% de los españoles considera que la justicia está anticuada y funciona mal o muy mal y la cifra de delitos xenófobos el año pasado podría situarse en los 4.000. Así las cosas, ¿debería sorprendernos que haya un juez de Getafe que esté practicando una clara discriminación, adoptando una actitud xenófoba con los inmigrantes que quieren adquirir la nacionalidad española?
Diría que sorprendernos no, pero indignarnos sí. A decir verdad, en un país donde los alcaldes se toman la justicia por su mano decidiendo a quién empadronan y a quién no, ¿por qué habrían de actuar de un modo distinto los jueces? Lo grave del asunto no es que el juez exija a los inmigrantes que sepan qué ocurrió en España en 1868, sino que, probablemente, José María Celemín -el nombre del sujeto a cargo del Registro Civil de Getafe- ni siquiera lo sabrá. Y todo ello en una sociedad como la que estamos alumbrando, en donde nuestro sistema educativo sólo es capaz de conseguir que un 30% de los alumnos sepa identificar, reconocer y clasificar con criterios elementales los animales y plantas más relevantes de su entorno o reconocer la importancia de la sostenibilidad del equilibrio ecológico. Si lo queel juez busca realmente la integración social, precisamente habría que tirar de conocimientos a la baja...
Así pues, lo menos que se puede exigir a la justicia, esa de la que tanto desconfiamos los españoles, son medidas ejemplares para que cunda el ejemplo. Basta ya de corporativismo entre la judicatura y, dada la importancia del cargo que ocupa, la importancia del castigo ha de ser de la misma envergadura: inhabilitación vitalicia y, por supuesto, imposibilidad de volver a ocupar un cargo público en toda su vida. Cortemos estos comportamientos de raíz porque, de otro modo, abriremos la puerta a que esta despreciable conducta se extienda.
Tiene hasta gracia, que el segundo apellido de este juez sea Porrero.
Diría que sorprendernos no, pero indignarnos sí. A decir verdad, en un país donde los alcaldes se toman la justicia por su mano decidiendo a quién empadronan y a quién no, ¿por qué habrían de actuar de un modo distinto los jueces? Lo grave del asunto no es que el juez exija a los inmigrantes que sepan qué ocurrió en España en 1868, sino que, probablemente, José María Celemín -el nombre del sujeto a cargo del Registro Civil de Getafe- ni siquiera lo sabrá. Y todo ello en una sociedad como la que estamos alumbrando, en donde nuestro sistema educativo sólo es capaz de conseguir que un 30% de los alumnos sepa identificar, reconocer y clasificar con criterios elementales los animales y plantas más relevantes de su entorno o reconocer la importancia de la sostenibilidad del equilibrio ecológico. Si lo queel juez busca realmente la integración social, precisamente habría que tirar de conocimientos a la baja...
Así pues, lo menos que se puede exigir a la justicia, esa de la que tanto desconfiamos los españoles, son medidas ejemplares para que cunda el ejemplo. Basta ya de corporativismo entre la judicatura y, dada la importancia del cargo que ocupa, la importancia del castigo ha de ser de la misma envergadura: inhabilitación vitalicia y, por supuesto, imposibilidad de volver a ocupar un cargo público en toda su vida. Cortemos estos comportamientos de raíz porque, de otro modo, abriremos la puerta a que esta despreciable conducta se extienda.
Tiene hasta gracia, que el segundo apellido de este juez sea Porrero.
En Estados Unidos estás obligado a superar un examen oral, otro escrito y otro de historia para obtener la nacionalidad norteamericana... Ahora bien, qué pasaría si hiciesen ese mismo exámen a los norteamericanos o a los españoles- como es el caso. Lo mismo nos llevábamos una sorpresa y resulta que nosotros tampoco somos españoles ;) Un abrazo amigo!
ResponderEliminarSí, en EEUU te pasan una lista de 100 posibles preguntas (con sus respuestas) y luego te hacen 5. El ingeniero de Microsoft que entrevisté hace poco y que se nacionalizó el año pasado me dijo que una de sus preguntas fue "¿De qué color son las estrellas en la bandera estadounidense?". En fin... en el otro extremo, otra pregunta que favorece la integración... qué lástima.
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