Y el marketing oscureció lo verde
El bombardeo masivo de mensajes ecológicos ha terminado por saturar a la ciudadanía. Es un hecho. Tantos mensajes verdes han conseguido restar credibilidad al argumentario medio ambiental no sólo de las marcas que hacen uso de él, sino -y lo que es peor- de los organismos, instituciones y ONGs que alertan sobre esta problemática.
Así lo pone de manifiesto Michael Kuhndt, director del Centre on Sustainable Consumption and Production (CSCP), asociado al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que llega a hablar de "spam de la sostenibilidad".
Y algo de razón no le falta al ciudadano. El descrédito que supuso la Cumbre de Copenhague, junto a los falsos anuncios ecologistas de fabricantes de todo tipo, han hecho que estos mensajes pierdan fuerza. Mucha fuerza. Y es que quizás, los Gobiernos deberían haber metido mano en esta vorágine de anuncios y prohibir o vetar aquellos que no se ajusten a la realidad, como sucede con los 'productos bio' o los dietéticos.
Por otro lado, ojalá consigamos superar esa mente cortoplacista que nos hacer cortos de miras en épocas de crisis, que nos lleva a pensar en nosotros mismos creyendo, ingenuos, que pensar en el Planeta no nos afecta. Sólo así superaremos titulares como los de El País de hoy: "Estoy en paro, no me hable del clima". Son dos cosas complementarias, no excluyentes. Mal que nos pese.
Así lo pone de manifiesto Michael Kuhndt, director del Centre on Sustainable Consumption and Production (CSCP), asociado al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que llega a hablar de "spam de la sostenibilidad".
Y algo de razón no le falta al ciudadano. El descrédito que supuso la Cumbre de Copenhague, junto a los falsos anuncios ecologistas de fabricantes de todo tipo, han hecho que estos mensajes pierdan fuerza. Mucha fuerza. Y es que quizás, los Gobiernos deberían haber metido mano en esta vorágine de anuncios y prohibir o vetar aquellos que no se ajusten a la realidad, como sucede con los 'productos bio' o los dietéticos.
Por otro lado, ojalá consigamos superar esa mente cortoplacista que nos hacer cortos de miras en épocas de crisis, que nos lleva a pensar en nosotros mismos creyendo, ingenuos, que pensar en el Planeta no nos afecta. Sólo así superaremos titulares como los de El País de hoy: "Estoy en paro, no me hable del clima". Son dos cosas complementarias, no excluyentes. Mal que nos pese.
Aqui en el Middle East el marketing de lo verde es nulo. Cada día acabo con una buena cantidad de bolsas de plástico, latas y vidreo que me da dolor tirar. Qué manera de desperdiciar!
ResponderEliminarEs un recorrido demasiado largo, muy de fondo aunque, para cuando nos queramos dar cuenta, habrá que hacer un sprint...
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