Orgullo a la vista


En plena celebración del Orgullo Gay, la sensación de relajo del activismo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) tras la consecución de los dos grandes hitos legislativos –ley de matrimonios gays (2005) y ley de identidad de género (2007)-, parece haberse esfumado. A pesar de ello, son muchos los que sienten un menor combatismo en los últimos años, que a ojos de un histórico del movimiento como Jordi Petit, “tan sólo se debe a que el activismo se ha abierto en abanico, dispersando los esfuerzos no sólo en los diferentes colectivos LGTB sino también en grupos específicos como determinadas profesiones, la tercera edad, los cristianos, etc., pero todos convergen en el Orgullo”.

Tanto es así, que Miguel Ángel González Merino, presidente de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid), asegura que “estamos más fuertes que nunca y el número de voluntarios ha crecido mucho; sólo en la organización del Orgullo, que se ha convertido en un referente internacional, participan más de 200”.

Sin embargo, esta diversificación ha sido la que ha evidenciado la histórica jerarquía en el colectivo LGTB a favor de los gays, que deriva en la misoginia contra las lesbianas. Antonio Poveda, presidente de la Federación Estatal LGTB (FELGTB) admite su existencia, si bien asegura “que hemos conseguido superarla y, de hecho, somos pioneros en la paridad de cargos, mucho antes de que el Gobierno lo regulara”.

Miguel Ángel González, en la sede de Cogam (D.B.)
Colectivos como las personas transexuales han estado siempre a la cola de la conquista de sus derechos, dificultándose su integración social a pesar de que fueran ellas las que arrancaron las reivindicaciones del mítico Stonewall neoyorquino en 1969. Mientras que Poveda considera que la ley de identidad de género “es pionera y ejemplo para muchos países” o Pedro Zerolo, secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE, cree que “es un reconocimiento de la dignidad”, para otros como Miquel Missé, coautor transexual de ‘El Género Desordenado’, presentado ayer en Madrid, cree incluso que “la FELGTB nos ha invisibilizado durante mucho tiempo”. 

Missé denuncia que “la ley de identidad se ‘negociara’ para conseguir la de matrimonios”, como admite la que fuera presidenta de la FELGTB, Beatriz Gimeno. El resultado, además del retraso en su aprobación -que motivó la amenaza de huelga de hambre de la actriz Carla Antonelli, entonces coordinadora del Área de Transexualidad del PSOE-, es que sea una ley incompleta y mejorable, a ojos de Missé. “La Sanidad no es pública para los y las transexuales”, apunta Antonelli, en referencia a que no todas las comunidades autónomas cubren las cirugías de reasignación genital.

A pesar de estas diferencias, las cosas van cambiando y como ya sucediera en años previos con la visibilidad lésbica y la escuela, este año el Orgullo también es temático, dedicado precisamente a la transexualidad. El presidente de la FELGTB subraya su “compromiso con el colectivo trans porque son los que menos derechos tienen conquistados y trabajamos con Sanidad para crear más centros de referencia a nivel nacional para la cirugía”.

Orgullo LGTB 2009 en Madrid (D.B.)
El lobby rosa 
La inmensa mayoría del colectivo LGTB niega la existencia de un lobby rosa, aunque con diferentes argumentos. Para Zerolo, “es un invento de los conservadores para desprestigiarnos porque nos temen” y, según Mili Fernández, editora y propietaria de la emblemática Librería Berkana, “aquí no hay lobby rosa porque realmente con poder sólo hay cuatro. Además, los empresarios gays con pasta están en el armario y no militan, como la mayoría del empresariado de Chueca, que es de derechas, aunque eso sea incompatible con el activismo porque el PP siempre ha ido en contra de nosotros”.

Precisamente el papel del empresariado y la mercantilización es una de las grandes críticas por parte del bloque crítico del activismo LGTB, representado por colectivos como La Acera del Frente. La propia Beatriz Gimeno, a toro pasado de su gestión, duda de “la conveniencia de haber dado tanto poder a los empresarios en el Orgullo, porque no es nada solidario”. Prueba de ello es el último de los pleitos que acaba de zanjar Gimeno –fallado a su favor-, “interpuesto por un empresario gay por haber considerado que no había ganado suficiente dinero con el Orgullo”.

Mili Fernández en su librería de Chueca (D.B.)
Juan Carlos Alonso, secretario general de AEGAL (Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid y su Comunidad), señala que “hay empresarios que se acercan al colectivo LGTB para hacer dinero, pero todo el que se asocia con nosotros ha de incluir el activismo dentro de su Responsabilidad Social Corporativa. Además, a nivel político no nos posicionamos, porque con quien tenemos que tratar para velar por nuestros intereses es con la instituciones, sean del signo que sean”.

“La ley de identidad de género denigra al transexual” 
David Montilla, militante de Acera del Frente 
¿Qué opinión les merece la Federación Estatal LGTB? 
David Montilla
 En general, los colectivos mayoritarios como la FELGTB o COGAM los vemos más como grupos que como movimientos sociales reales, porque se han convertido en una extensión de partidos políticos. Cuando organizan actos sin publicidad comercial no tienen poder de convocatoria.

¿Quiere decir que su fuerza es el empresariado?
Así es. Este Orgullo es la única “manifestación” que conozco que incluye pancartas publicitarias. Hay demasiados intereses comerciales entremezclados con muy pocas reivindicaciones sociales. Este año, los vecinos querían casetas informativas en la plaza de Vázquez de Mella (Chueca) y la FELGTB y los empresarios querían barras de bar.

¿Cómo afecta todo eso al funcionamiento real de los colectivos? 
Pues olvidan reivindicaciones clave, como es el caso del daño que está haciendo la Ley de Extranjería a los gays inmigrantes que vienen a pedir asilo porque en sus países corren peligro de muerte o al colectivo transexual, que no puede sufrir mayor denigración que la propia ley de identidad de género, que les considera unos enfermos.

Pancarta contra la transfobia, en 2009 (D.B.)
La transexualidad en España
 • 2007. Aprobación de la Ley de Identidad de Género e inclusión de la transexualidad en el catálogo de enfermedades mentales de la Seguridad Social

2010. El Gobierno solicita a la OMS que descatalogue la transexualidad como trastorno mental, aunque en España sigue siendo una patología.

• 1.500 transexuales de hombre a mujer y más de 600 de mujer a hombre.

• 60 nuevos casos por año. • Más de 1.500 personas atendidas en las Unidad para Transexuales

• Más de 300 cirugías realizadas

• Lista de espera que ronda los 200 pacientes.

Fuente: Elaboración propia. 

(Reportaje en Público, julio 2010)
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