Comerciar con Derechos Humanos
¿Qué dirá el Comité de DDHH de Mohamed VI de este rostro 'made in policía marroquí'? |
¿Cómo es posible que se pase la mano por el lomo de Marruecos por la creación de este comité -del que, por cierto, se sabe bastante poco-, mientras prácticamente todas las semanas nos llegan fotos de personas golpeadas y torturadas por las autoridades marroquís? ¿Cómo se puede meter en una misma frase 'Derechos Humanos' y 'muro de la vergüenza'? ¿Cómo es posible aceptar que un país tenga presos políticos? La respuesta es sencilla: por todos los intereses económicos asociados y, además, por servir de tapón a la inmigración africana. Es el precio que la UE paga por, en lugar de resolver el problema de la inmigración, esconderlo en el reino alauita.
Así de sencillo, así de crudo. El precio es, no sólo el hecho de que Marruecos sea principal receptor del presupuesto europeo de su Política de Vecindad, sino también otros sacrificios como el que afecta al pueblo saharaui, con el que se hace todo un acto de trueque: un pueblo a cambio beneficios económicos y políticos. Por eso chirría tanto que se elogie un comité de Derechos Humanos, cuando quien lo crea y quien lo alaba están haciendo caso omiso del respeto a la dignidad de las personas.
Y mientras, sólo en los tres últimos años, Europa ha apoyado las reformas de Marruecos con 654 millones de euros, cifra que, tras la primera Cumbre Unión Europea-Marruecos celebrada este año en Granada, se incrementará para el período 2011-2013. Es como aplaudir al maltratador porque, a fin de cuentas, es quien trae dinero a casa. Y eso, al final se paga, y caro.
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