La crisis de Gobierno y el calcetín usado

Ya es sabido por todos. Rodríguez Zapatero ha dado hoy la vuelta al Ejecutivo como quien lo hace con un calcetín. Poco voy a aportar yo a todos los análisis que ya se han hecho a lo largo y ancho del ciberespacio. Sin embargo, creo que la metáfora del calcetín es buena para describir cómo me siento.


¿Lo han hecho alguna vez? ¿Le han dado la vuelta al calcetín? Imagino que sí. ¿Por qué no me puedo quitar esa imagen de la cabeza? Vayamos por partes:

Mientras que Alfredo Pérez Rubalcaba (Interior y vicepresidencia primera) nos indica que es el calcetín favorito de ZP, Ramón Jáuregui (Presidencia) delata que la prenda es usada, que no es nueva. Uno sigue indagando por el calcetín y, confirmando lo anterior, descubre a Trinidad Jiménez (Asuntos Exteriores) o, lo que es lo mismo, un remiendo. Rosa Aguilar es el desteñido, esa parte del calcetín que un día se lavó con ropa de otro color y perdió el suyo propio. Algo parecido sucede con Valeriano Gómez (Trabajo), el deshilachado, el enganchón que hace tiempo tuvo el calcetín y que ahora hemos metido por dentro.

¿Y Leire Pajín (Sanidad y Consumo)? ¿Qué nos dice Pajín en el calcetín? Confirma nuestras sospechas a juzgar por el olor que desprendía la prenda: el calcetín está sucio... pero sólo tenemos ese y habrá que echar a andar.