Sinde, todos menos tú

A estas alturas todo el mundo sabe que el Nobel de Literatura fue a parar a Mario Vargas Llosa. Hoy sabremos quién se lleva el de la Paz; ¿habrá sorpresas como el año pasado con Obama? Imagino que no y quizás, sólo quizás, Vicente Ferrer gane el premio póstumo. Pero no he venido hasta aquí ni para hablar del Nobel de Paz ni de Vargas Llosa (que habría mucho, pero que mucho de lo que hablar, al margen de la literatura), sino de nuestra querida ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

Es posible que no hayan reparado pero, ¿se han dado cuenta de que en la larga lista de reacciones que recogen la mayor parte de los periódicos no figuran la que se supone que es nuestra representante de la Cultura? Presidente del Gobierno, el rey, escritores, periodistas, directora del Instituto Cervantes... si me apuran, hasta los viandantes de la Gran Vía o clientes de la Casa del Libro... "Todos, menos tú", que cantaba el bueno de Sabina...

Es cierto que en algún medio sí que figura la ministra, pero son excepciones, creánme. ¿Y por qué? Pues algo me dice que es porque, a pesar del tiempo que lleva ya en el ministerio -un año y medio aproximadamente-, aún nadie la asume como ministra de Cultura. Memorable es aquella lección que le dio el maestro Punset. ¿Nadie? Bueno sí, los toreros, que tienen que ver con la Cultura lo mismo que la ministra. Y así nos va.