Zapatero y su 'tocomocho verde'
En el marco del G-20, el presidente Rodríguez Zapatero auguró un millón de empleos verdes para la próxima década. Energías renovables, transporte, edificación sostenible y ecoindustria parecen tener las claves de ese millón. Se plantean aqui varias preguntas que no sé si el presidente sabría responder.
La primera de ellas: ¿realmente se cree esa cifra de 100.000 nuevos empleos al año relacionados con el medio ambiente? A mi, personalmente, me cuesta y eso nos lleva a la segunda cuestión: de lograrse, ¿estamos hablando de puestos de alta cualificación o de contratos temporales al uso de los inspectores de riesgos laborales?
Es complicado creer el discurso de Zapatero cuando lucha contra viento y marea por alargar las ayudas a un carbón de poco rendimiento y contaminante, cuando el Código Técnico de la Edificación deja aún mucho que desear en cuanto a fomento de energías como la solar, cuando la picaresca del empresario y la ineptitud del Estado han terminado por ventilarse las subvenciones para renovables, cuando el modelo productivo sigue sobre la base de sectores como la automoción...
Pero hay que ver lo bien que suena lo de juntar las palabras 'empleo' y 'verde', cuando en realidad y con las circunstancias que tenemos nos acercan más a 'desempleo' y 'negro'. ¿Por qué? Porque es cierto que el medio ambiente y la sostenibilidad pueden traer un soplo de aire fresco a nuestro modelo productivo, pero para eso es imprescindible cambiarlo antes. No se va a producir una transformación espontánea y es misión del Gobierno reconvertir ciertos sectores, no prolongar su agonía. Esa es la parte que falta en el discurso demagógico y, si me apuran, populista de los Gobiernos y de algunos empresarios. Y eso, claro está, también habrá de cambiar y tampoco lo hará de forma espontánea. Tendremos que ser nosotros, los ciudadanos, los que no caigamos en el timo del 'tocomocho verde'.
La primera de ellas: ¿realmente se cree esa cifra de 100.000 nuevos empleos al año relacionados con el medio ambiente? A mi, personalmente, me cuesta y eso nos lleva a la segunda cuestión: de lograrse, ¿estamos hablando de puestos de alta cualificación o de contratos temporales al uso de los inspectores de riesgos laborales?
Es complicado creer el discurso de Zapatero cuando lucha contra viento y marea por alargar las ayudas a un carbón de poco rendimiento y contaminante, cuando el Código Técnico de la Edificación deja aún mucho que desear en cuanto a fomento de energías como la solar, cuando la picaresca del empresario y la ineptitud del Estado han terminado por ventilarse las subvenciones para renovables, cuando el modelo productivo sigue sobre la base de sectores como la automoción...
Pero hay que ver lo bien que suena lo de juntar las palabras 'empleo' y 'verde', cuando en realidad y con las circunstancias que tenemos nos acercan más a 'desempleo' y 'negro'. ¿Por qué? Porque es cierto que el medio ambiente y la sostenibilidad pueden traer un soplo de aire fresco a nuestro modelo productivo, pero para eso es imprescindible cambiarlo antes. No se va a producir una transformación espontánea y es misión del Gobierno reconvertir ciertos sectores, no prolongar su agonía. Esa es la parte que falta en el discurso demagógico y, si me apuran, populista de los Gobiernos y de algunos empresarios. Y eso, claro está, también habrá de cambiar y tampoco lo hará de forma espontánea. Tendremos que ser nosotros, los ciudadanos, los que no caigamos en el timo del 'tocomocho verde'.
¡Eso!, ¡Olé!... No me hace falta añadir nada más... Gracias.
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