Cocktail de viernes: Ruiz Mateos, Puigcorbé y Carbonero, agitados y removidos
No sé si por ser viernes o, simplemente, por el tedio que me provoca ver de nuevo en primera plana a Ruiz Mateos -aunque no deja de sorprenderme que consiguiera encandilar a tanto inversor incauto- pero permitánme un post banal, básico... casi plano, como alguno de sus protagonistas -aunque alguno de ellos le haya querido poner remedio-. De Ruiz Mateos, lo mejor es remitirme al gran Antón Losada y su frase "si el negocio va, el inversor es muy listo y solo pide al estado menos impuestos. Si no va, es una víctima y el estado debe asumir pérdidas".
Zanjado ese tema, veamos como el mundo de la TV se ha vuelto loco. Comencemos por Juanjo Puigcorbé, que desde que hizo de su interpretación del Borbón una oda a Muchachada Nui, la ha tomado con La Sexta y Público, llegando a haber declarado que "todo esto viene porque Zapatero ha querido tener su imperio de medios y no lo ha conseguido". Pobre. ¿De veras cree que todo viene po eso? Este actor que se prodiga ya poco por la gran pantalla y vive más de las teleseries hizo una patética interpretación del rey y fue en programas como El Intermedio o Sé lo que hicícisteis los que le criticaron con más gracia. Puigcorbé, en un ejercicio de mal encaje de críticas, mezcla churras con merinas y ya desprende cierto tufillo tertuliano de El Gato al agua.
En cualquier caso, el mundo de la TV, como decía, se ha debido volver loco. Resulta que mientras por un lado los medios se han empeñado en anunciar el ocaso de Pilar Rubio -no creo yo que, por mucho fracaso de OT, la presentadora deje de encandilar porque si por cada fracaso televisivo hubiera que desconectar a su presentador, nos faltarían bustos parlantes-, Sara Carbonero compite con Ana Blanco y Matías Prats como mejor presentadora. Me van a perdonar, pero ¿tengo falta de criterio o de veras no hemos vuelto locos? Como hacía Puigcorbé, se mezclan churras con merinas y se pone a la joven periodista al lado de dos pesos pesados de la comunicación. Y hasta es posible que gane.
Y será otro triunfo de Vasile.... de hecho, será más triunfo suyo que de la propia Carbonero. Como de Ruiz Mateos con sus inversores. Ojalá me equivoque.
Zanjado ese tema, veamos como el mundo de la TV se ha vuelto loco. Comencemos por Juanjo Puigcorbé, que desde que hizo de su interpretación del Borbón una oda a Muchachada Nui, la ha tomado con La Sexta y Público, llegando a haber declarado que "todo esto viene porque Zapatero ha querido tener su imperio de medios y no lo ha conseguido". Pobre. ¿De veras cree que todo viene po eso? Este actor que se prodiga ya poco por la gran pantalla y vive más de las teleseries hizo una patética interpretación del rey y fue en programas como El Intermedio o Sé lo que hicícisteis los que le criticaron con más gracia. Puigcorbé, en un ejercicio de mal encaje de críticas, mezcla churras con merinas y ya desprende cierto tufillo tertuliano de El Gato al agua.
En cualquier caso, el mundo de la TV, como decía, se ha debido volver loco. Resulta que mientras por un lado los medios se han empeñado en anunciar el ocaso de Pilar Rubio -no creo yo que, por mucho fracaso de OT, la presentadora deje de encandilar porque si por cada fracaso televisivo hubiera que desconectar a su presentador, nos faltarían bustos parlantes-, Sara Carbonero compite con Ana Blanco y Matías Prats como mejor presentadora. Me van a perdonar, pero ¿tengo falta de criterio o de veras no hemos vuelto locos? Como hacía Puigcorbé, se mezclan churras con merinas y se pone a la joven periodista al lado de dos pesos pesados de la comunicación. Y hasta es posible que gane.
Y será otro triunfo de Vasile.... de hecho, será más triunfo suyo que de la propia Carbonero. Como de Ruiz Mateos con sus inversores. Ojalá me equivoque.
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