Marruecos hace historia

Marruecos no es Mohamed VI. Marruecos es un pueblo que hoy, 20 de febrero, ha demostrado que quiere hacer historia, que se quiere desmarcar del tirano que le roba, que le extorsiona y que usa al país en beneficio propio. Hoy, Marruecos se ha sumado a la oleada de revolución social que viven el Magreb, que arrancó en Túnez, se extendió a Egipto -aunque no sea Magreb propiamente dicho-, y ha aterrizado después en Libia -con la masacre que han realizado las fuerzas de Gadafi- y ahora, Marruecos... sin olvidarnos de Bahrein o Yemen.

Es cierto que hoy en Rabat el grupo de manifestantes, convocados mediante el boca a boca e, incluso, por Facebook y  un video en You Tube, apenas superaban las 4.000 personas en un principio, aunque los organizadores han  cifrado finalmente en 15.000 a los manifestantes... pero la revolución social se ha extendido a otras ciudades del país, como Larache (noreste del país), Alhucemas y Tánger (norte) y Marraquech (sur), cubriendo los cuatro costados de la nación. 

El mensaje se ha oído alto y claro: Mohamed VI, lárgate y bienvenida sea la democracia que Marruecos de veas merece. Esa que nunca que ha tenido, esa que países como España evitan que llegue con su apoyo incondicional a Mohamed VI. Esa que ha de instaurarse para que "los avances democráticos" de los que tanto habla nuestra ministra Jiménez sean reales y no una caricatura interesada dibujada con trazos comerciales.

Hoy, 20 de febrero, tenemos una buena noticia más que echar al saco. Para algunos -quizás demasiados- no será tan buena, pero para la justicia, la paz y la libertad es una avance. Es posible que a algunas economías, a algunos bolsillos... incluso, a muchas conciencias no les parezca positivo. Ellos sabrán. Es cuestión de tiempo que también ellos caigan.

Y saber que esta noche, Mohamed VI dormirá -si consigue conciliar el sueño- con un ojo abierto, puesto en el equipaje a medio hacer, eso, no tiene precio.