Amancio Ortega de barrio

El sábado pasado vivimos en Londres una de la manifestaciones más masivas de los últimos años. Cientos de miles de ciudadanos -los medios ingleses lo cifraron en 500.000- salieron a la calle para protestar contra los recortes acometidos por el gobierno de Cameron. Sólo en Sanidad, se habla de recortes que rozan los 23.000 millones de euros. La protesta quedó empañada porque una grupo -que, bajo el nombre de 'bloque negro', se autodenomina anarquista- reventó la calma con que había transcurrido todo, sobre todo en Oxford Street y Trafalgar Square.

Pero hay que hacer una lectura profunda, no perderse en eso oscuros detalles, porque el hecho es que no sólo se manifestaron los londinenses; vinieron a la capital ciudadanos de todas partes de Reino Unido. Es la lucha de la clase obrera, porque si de algo ha servido esta crisis es para poner los pies en la tierra a mucho obrero que se creía burgués. Mirando hacia España, mucha clase media-baja, en los supuestos años de bonanza -esos en los que el PIB crecía por encima de Europa, aunque teníamos dos millones de parados-, disparó sus beneficios con empresas que crecieron al calor de sectores hoy de capa caída. En esos años, muchos olvidaron su origen e, incluso, cambiaron su voto político, creyéndose una especie de Amancio Ortega de barrio. Ahora, la cosa ha cambiado. Ya saben: si la cosa va bien, "me hice a mi mismo", pero si se tuerce, "el Gobierno no acude a mi auxilio y sus medidas me perjudican".

El mensaje central de la protesta de Londres fue claro: los británicos están hartos de que la Administración Cameron prime las necesidades de los banqueros y los grandes empresarios por encima del resto. Tiene gracia, eso sucedió el mismo fin de semana que Zapatero se reunió con los peces gordos de España. El hecho de que se reuniera con esa élite y el titular hablara de la sucesión o no de Zapatero, distancia aún más a la ciudadanía de los políticos. Pero en España, no se sale a la calle. ¿Éstará esperando el español a reventar las urnas el próximo 22 de mayo? ¿Cuál será el nivel de abstención? Lo más probable es que de aquí al 2012 seamos testigos de giros políticos como los ya vividos en Portugal y este mismo fin de semana en Alemania y Francia.

Pero, ¿por qué no se sale a la calle?