Trabajar gratis
Hoy se publica un interesante artículo en Expansión que inquieta, alarma. Tino Fernández relata cómo se está convirtiendo en una práctica habitual trabajar sin sueldo, únicamente con la esperanza de un puesto en la empresa. Sencillamente, atroz. El reportaje describe a la perfección la situación en la que nos encontramos y que, a todas luces, refleja la calidad del empresariado español: el hecho de que se ponga el énfasis en que quienes trabajan ahora sin sueldo ya no son becarios o personal en prácticas es asumir que éstos sí han de hacerlo. Atroz, otra vez.
En ningún caso y bajo ningún concepto debería trabajar nadie sin sueldo, ya sea becario o licenciado, más aún teniendo en cuenta que sus desempeños suelen exceder en mucho de lo que realmente le corresponde. Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter España, habla de las bonanzas del sistema inglés, que introduce un factor en la ecuación: trabajar en función de los resultados. Personalmente y para determinados trabajos no lo veo mal sistema, siempre y cuando los porcentajes de ganancia sean dignos. En este sentido, se ha de producir una doble apuesta, me explico: que el trabajador realice su labor gratis esperando beneficios es una apuesta por la empresa; ¿cuál es la apuesta de la empresa por el empleados? Pues debería ser que cuanto más crece el beneficio, más lo hace el porcentaje de la comisión que se lleva el empleado. Seamos honestos por una vez. En España cuesta imaginarse ésto. Un país en el que la mitad de las horas extra no se pagan (me atrevería a decir que mucho más)...
Con el paso de los años, vuelvo la mirada atrás y siento mi cuota de responsabilidad. Recuerdos los años en los que trabajé gratis en medios, asumiendo incluso todo el peso de una sección, y se me cae la cara de vergüenza, porque aporté mi grano de arena a perpetuar esta infame explotación. Porque Muro aplaude el sistema inglés, pero olvida que en este país se respetan las categorías profesionales. Aquí en Londres, yo he llegado a ver con mis ojos como dos trabajadores cambiaban una nevera y uno tan sólo se dedicaba a ayudar a transportar la antigua y su sustituta, poco más. El resto del trabajo, sólo lo hizo el técnico, mientras él estaba cruzado de brazos. ¿Por qué? Porque su categoría -y su sueldo- no contemplan esas labores y NO las hace. Eso, en España, es ciencia ficción, pues los empresarios son más amigos de incluir en los contratos categorías profesionales para rebajar el sueldo según convenio... "y o lo tomas o lo dejas, que tengo lista de espera". Eso sí, luego trabajas como un ingeniero...
Así que, aunque cada día desconfío más de ciertos estudios, que esa 'regresiva' Generación Ni-Ni se ponga las pilas y no se deje pisotear... eso sí, que tampoco quieran ser jefe -y cobrar como tal- en dos meses, que ese fenómeno también está muy extendido... Otro día, hablamos de otra realidad masiva: la creencia de que cuando eres jefe, has de trabajar menos. Qué gran error y cómo ha contribuido a la situación actual de falta de competitividad por liderazgos mediocres.
En ningún caso y bajo ningún concepto debería trabajar nadie sin sueldo, ya sea becario o licenciado, más aún teniendo en cuenta que sus desempeños suelen exceder en mucho de lo que realmente le corresponde. Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter España, habla de las bonanzas del sistema inglés, que introduce un factor en la ecuación: trabajar en función de los resultados. Personalmente y para determinados trabajos no lo veo mal sistema, siempre y cuando los porcentajes de ganancia sean dignos. En este sentido, se ha de producir una doble apuesta, me explico: que el trabajador realice su labor gratis esperando beneficios es una apuesta por la empresa; ¿cuál es la apuesta de la empresa por el empleados? Pues debería ser que cuanto más crece el beneficio, más lo hace el porcentaje de la comisión que se lleva el empleado. Seamos honestos por una vez. En España cuesta imaginarse ésto. Un país en el que la mitad de las horas extra no se pagan (me atrevería a decir que mucho más)...
Con el paso de los años, vuelvo la mirada atrás y siento mi cuota de responsabilidad. Recuerdos los años en los que trabajé gratis en medios, asumiendo incluso todo el peso de una sección, y se me cae la cara de vergüenza, porque aporté mi grano de arena a perpetuar esta infame explotación. Porque Muro aplaude el sistema inglés, pero olvida que en este país se respetan las categorías profesionales. Aquí en Londres, yo he llegado a ver con mis ojos como dos trabajadores cambiaban una nevera y uno tan sólo se dedicaba a ayudar a transportar la antigua y su sustituta, poco más. El resto del trabajo, sólo lo hizo el técnico, mientras él estaba cruzado de brazos. ¿Por qué? Porque su categoría -y su sueldo- no contemplan esas labores y NO las hace. Eso, en España, es ciencia ficción, pues los empresarios son más amigos de incluir en los contratos categorías profesionales para rebajar el sueldo según convenio... "y o lo tomas o lo dejas, que tengo lista de espera". Eso sí, luego trabajas como un ingeniero...
Así que, aunque cada día desconfío más de ciertos estudios, que esa 'regresiva' Generación Ni-Ni se ponga las pilas y no se deje pisotear... eso sí, que tampoco quieran ser jefe -y cobrar como tal- en dos meses, que ese fenómeno también está muy extendido... Otro día, hablamos de otra realidad masiva: la creencia de que cuando eres jefe, has de trabajar menos. Qué gran error y cómo ha contribuido a la situación actual de falta de competitividad por liderazgos mediocres.
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