Lorca, epicentro del seísmo administrativo
El terremoto de Lorca ha puesto en evidencia dos cosas: una de Perogrullo, que nuestro país no está preparado para los seísmos; dos, que nuestras Administraciones tampoco. Que las edificaciones no aguanten el envite de la Tierra tiene su lógica hasta cierto punto, sobre todo en las construcciones del casco histórico de Lorca, pero que cerca de 6.000 personas hayan pasado una segunda noche al raso por la incapacidad de asignar a tiempo alojamiento es, sencillamente, inadmisible.
En 1999, Río Mula (Murcia) sufrió otro terremoto de similar intensidad, 5.0 en la escala de Ritcher. La diferencia fue que tan sólo falleció una mujer y, según el informe técnico de Protección Civil, los daños en edificaciones fueron menores. Entonces, el crédito extraordinario para reparación de daños y reposición de infraestructuras rondó los 15 millones de euros; ahora, en Lorca, se estiman los daños en al menos 36 millones de euros.
¿De quién es responsabilidad? Pues éste va en cascada, en primer término del presidente de Murcia (PP), Ramón Luis Valcárcel, que ya lo era cuando sucedió el seísmo de Río Mula; y en segundo, de la Administración General del Estado. Valcárcel, arropado por su ‘feisbukero’ colega de partido Rajoy, no ha estado a la altura de sus ciudadanos, bien para gestionar la problemática del alojamiento él mismo, bien por no presionar a la Administración Central, con Defensa a la cabeza –y la supuesta candidata a presidenta de España, Chacón-, para resolver la problemática. En todo caso, ambas Administraciones han evidenciado una incapacidad insultante para gestionar una situación complicada, ni siquiera límite.
Las lecciones no se aprenden, se olvidan, pero ahí está Río Mulas. ¿Olvidarán estos días los afectados en Lorca? De nada sirve que los grandes políticos se desplacen hasta el lugar; de hecho, es innecesario, pero siempre sirve para aplacar una mala gestión como la que se está realizando. Si nadie hubiera pasado una sola noche al raso, ¿de veras alguien cree que algún afectado hubiera criticado que los ministros no hubieran hecho la tourné por Lorca? No. Pero eso, hoy por hoy, es ciencia ficción.
En 1999, Río Mula (Murcia) sufrió otro terremoto de similar intensidad, 5.0 en la escala de Ritcher. La diferencia fue que tan sólo falleció una mujer y, según el informe técnico de Protección Civil, los daños en edificaciones fueron menores. Entonces, el crédito extraordinario para reparación de daños y reposición de infraestructuras rondó los 15 millones de euros; ahora, en Lorca, se estiman los daños en al menos 36 millones de euros.
¿De quién es responsabilidad? Pues éste va en cascada, en primer término del presidente de Murcia (PP), Ramón Luis Valcárcel, que ya lo era cuando sucedió el seísmo de Río Mula; y en segundo, de la Administración General del Estado. Valcárcel, arropado por su ‘feisbukero’ colega de partido Rajoy, no ha estado a la altura de sus ciudadanos, bien para gestionar la problemática del alojamiento él mismo, bien por no presionar a la Administración Central, con Defensa a la cabeza –y la supuesta candidata a presidenta de España, Chacón-, para resolver la problemática. En todo caso, ambas Administraciones han evidenciado una incapacidad insultante para gestionar una situación complicada, ni siquiera límite.
Las lecciones no se aprenden, se olvidan, pero ahí está Río Mulas. ¿Olvidarán estos días los afectados en Lorca? De nada sirve que los grandes políticos se desplacen hasta el lugar; de hecho, es innecesario, pero siempre sirve para aplacar una mala gestión como la que se está realizando. Si nadie hubiera pasado una sola noche al raso, ¿de veras alguien cree que algún afectado hubiera criticado que los ministros no hubieran hecho la tourné por Lorca? No. Pero eso, hoy por hoy, es ciencia ficción.
Sin comentarios