Camps se quita el aperitivo
La Comunidad Valenciana arrastra grandes deudas en los últimos años, situándola en el ránking de las autonomías más morosas de España. En 2009, con más de 13.000 millones de euros ocupaba el segundo lugar por deudas, habiéndo subido más de un 13% sólo en el primer trimestre. En 2010, a pesar de conseguir reducir la deuda por primera vez desde 2007, le fue imposible bajar de la barrera psicológica de los 10.000 millones. Y en el primer trimestre de este año, vuelve a ser la Comunidad que más deudas arrastra, rozando los 18.000 millones de euros.
¿Y qué medidas está tomando el Gobierno de Camps? Pues medidas caseras: si usted tuviera que apretarse el cinturón, ¿de que sería lo primero de lo que se privaría? De esas cervecitas, del aperitivo con los amigos. Bien es cierto, que quizás no esperaría a que la deuda superara con creces lo que va a poder pagar en muchos años, pero parece razonable que eliminaría ese placer superfluo.
Pues exactamente lo mismo es lo que ha hecho el Gobierno de Camps: quitarse el aperitivo servido después de cada pleno importante. La diferencia, quizás, es el coste: los casi 18.000 euros que costaba el refrigerio para unos 500 invitados. Hace tan sólo dos semanas el catering costó 17.400 euros; tras la toma de posesión, en cambio, sólo 2.530 euros.
Qué bien. Sus señorías dando ejemplo a la ciudadanía -esa misma que se encontraba indignada a las puertas de Les Corts-, y haciéndolo con medidas caseras, para sentirse cerca del pueblo.
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