Camps se quita el aperitivo

¿Y qué medidas está tomando el Gobierno de Camps? Pues medidas caseras: si usted tuviera que apretarse el cinturón, ¿de que sería lo primero de lo que se privaría? De esas cervecitas, del aperitivo con los amigos. Bien es cierto, que quizás no esperaría a que la deuda superara con creces lo que va a poder pagar en muchos años, pero parece razonable que eliminaría ese placer superfluo.
Pues exactamente lo mismo es lo que ha hecho el Gobierno de Camps: quitarse el aperitivo servido después de cada pleno importante. La diferencia, quizás, es el coste: los casi 18.000 euros que costaba el refrigerio para unos 500 invitados. Hace tan sólo dos semanas el catering costó 17.400 euros; tras la toma de posesión, en cambio, sólo 2.530 euros.
Qué bien. Sus señorías dando ejemplo a la ciudadanía -esa misma que se encontraba indignada a las puertas de Les Corts-, y haciéndolo con medidas caseras, para sentirse cerca del pueblo.
Sin comentarios