Manos Limpias se enfanga de nuevo

A la izqda el logo actual, muy distinto del legalmente registrado (dcha.)

El colectivo de extrema derecha Manos Limpias ha sido el primero en presentar una querella contra el Movimiento 15M. No dedicaré una sóla línea a su fundador y actual secretario general, Miguel Bernard Remón, del que ya escribí en el pasado, pero sí sobre su colectivo, el mismo que a pesar de lo que aparece en su propia web, no figura en el BOE que asegura por ningún lado, aunque sí en otro diez años después con la modificación de sus estatutos. Ni siquiera su logo coincide con el registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Este colectivo, cuyo nombre oficial es 'Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias', cuenta con miembros que pagan religiosamente sus cuotas mensuales, de otro modo no podría entenderse su músculo financiero para poder sufragar la cantidad de causas que han abierto desde su constitución en 1995 -es posible, que incluse para defender a Bernard de sus presuntas corruptelas-. Se han querellado contra el Leguina, el Pocero, Barreda, la ONCE, Berzosa, Chaves, Atutxa, Matutes, Francisco Vázquez, Garzón o, incluso, los Lunnis.

Manos Limpias se desmarca del Sindicato de la Administración Pública o de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, y sus actuaciones poco o nada tienen que ver con el funcionariado. El oscurantismo que rodea a Manos Limpias hace pensar que no hace honor a su nombre y querellas impuestas contra el 15M, así como el historial político del resto de encausados históricos delatan de qué pie cojea.

Ironías de la vida: el diseño de la web de Manos Limpias nos lleva a la ciudad alemana de Erfurt, la misma de donde era la empresa Topf e Hijos, a la cual Hitler encargó los crematorios especiales para quemar vivos a los judíos.