Moratinos recoge tempestades en la FAO

Además, si uno hace repaso a la trayectoria de Moratinos en la cartera de Exteriores podrá comprobar su gusto por relacionarse con dictadores entonces amigos de la Comunidad Internacional, como Mubarak o Ben Ali, y no tan tan amigos, como Teodoro Obiang. De hecho, durante su campaña por la FAO ha visitado tanto Guinea como Gabón para pedir sus apoyos o, lo que es lo mismo, ha buscado el aval de países en el top del ránking de violaciones de DDHH.
Y es que las relaciones comerciales han primado muchas veces las políticas de Exteriores de Moratinos, que ha sabido dejar a un lado el respeto por los Derechos Humanos cuando estaban en juego un puñado de euros. El máximo exponente de ello es su apoyo incondicional al dictador Mohamed VI, olvidándose por completo del pueblo saharaui e, incluso, favoreciendo el Acuerdo de Pesca marroquí-europeo que, precisamente, priva de sustento al pueblo al que legítimamente le pertenece, el saharaui.
¿Con estos mimbres, qué cesto pretendía elaborar Moratinos? Con su derrota y la victoria de José Graziano da Silva hemos ganado todos.
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