El Papa y la Iglesia, cuestión de pelotas

El capitán del equipo con el resto de la alineación.

El día que llegó Benedicto XVI a España, el cura que acompañaba a La1 de TVE en la retransmisión en directo tuvo la desafortunada idea de comparar a la Iglesia con el fútbol, indicando que "cada domingo la Iglesia consigue reunir en España a más gente que cualquier partido de fútbol". Se refería, claro está, a la misa, sólo que cometió el error de juntar todos sus campos de fútbol (todas las parroquias) y sólo un estadio. Si sumamos todos los campos de fútbol de todas la divisiones, comparar la gente que reúne cada domingo este deporte con el que consigue la Iglesia católica sería como comparar al fútbol con un partido de chapas.

Pero perdonando (laica, ni siquiera cristianamente) este desliz al cura, juguemos a seguir con la comparación. Ayer, por ejemplo, el partido tuvo que suspenderse por mal tiempo. Una pena, porque eran muchos los que habían comprado su abono de temporada (aunque le daba gratuitad en muchos otros servicios, gracias Gallardón y Aguirre). Como cuando se ganan títulos, en los días previos el capitán del equipo, con el XVI a su espalda, levantó la copa en Cibeles... incluso hubo enfrentamientos con los hinchas del equipo rival. Incluso su próximo mundial, como el de fútbol, será en Río de Janeiro.

Pero donde la comparación adquiere su máxima expresión es cuando hoy mismo el capitán del equipo ha lanzado una advertencia en Cuatro Vientos: "No se puede seguir a Cristo sin la Iglesia".  ¿Qué le ha llevado a dar este toque de atención? Evidentemente, la situación del equipo: hace mucho tiempo que no levanta ningún título, cada vez cuenta con menos abonados (=fieles) y no quedan jóvenes en la cantera (=seminarios vacíos). Siguiendo con la comparación del cura, es como si Florentino Pérez dijera que no se puede seguir al Real Madrid sin ser socio, esto es, sin pagar la cuota, comprarse la camiseta de Cristiano Ronaldo y llenar el estadio todos los domingos.

Pues hala, el fútbol para el que le guste y lo quiera financiar... y a los demás, que les dejen prácticar (o no) otros deportes.