La factura de Argelia
La noticia se ha confirmado: Argelia ha acogido a la esposa y tres de los hijos de Gadafi. La reacción de los rebeldes en Libia no se ha hecho esperar, asegurando que el asilo significaría un ‘acto de agresión’
al Consejo Nacional de Transición (CNT). Y, sin duda, desde su óptica,
así sería. Pero Argelia está siendo consencuente con su planteamiento
desde que estallara el conflicto. A pesar de formar parte de la Liga
Árabe, que apoyó la intervención de la OTAN, el gobierno de Abdelaziz
Bouteflika siempre se ha opuesto a ella -junto con Siria, fue el único
país de la Liga que se opuso-. Ahora, es una incógnita si finalmente
dará asilo a la familia del dictador o no. Podría hacerlo, aferrándose
para ello a una mera cuestión de tiempos: no entregarlos hasta que el
gobierno y las instituciones libias estén formadas, sean sólidas.
¿Qué elementos de juicio tiene Argelia ahora? Mira a Libia y ve un país en guerra, que no ha conseguido establecer aún la paz, que cuenta con un Gobierno que no toda la Comunidad Internacional reconoce, en cuya formación y funcionamiento ya se está entrometiendo Occidente y, a pesar de eso, el CNT se niega a entregar a Gadafi a la Corte Penal Internacional por considerar que lo que pasa en Libia se debe quedar en Libia. Un CNT apoyado por un país como EEUU, cuyo sentido de la justicia se concreta en vulnerar la soberanía de un país, asesinar a un terrorista sin juicio previo y arrojar su cuerpo al mar desde un avión. Argelia podría tomar todos esos elementos y mantener bajo custodia a la familia de Gadafi por considerar que entregarlos ahora sería arrojarlos a los leones. Bouteflika podría jugar esa baza para retrasar la entrega, para ganar tiempo, hasta que los jefes tribales que se esconden bajo el CNT muevan ficha realmente como Gobierno autónomo de Libia y no como pelele de Occidente -temores que comienzan a cobrar mucha fuerza.
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¿Qué elementos de juicio tiene Argelia ahora? Mira a Libia y ve un país en guerra, que no ha conseguido establecer aún la paz, que cuenta con un Gobierno que no toda la Comunidad Internacional reconoce, en cuya formación y funcionamiento ya se está entrometiendo Occidente y, a pesar de eso, el CNT se niega a entregar a Gadafi a la Corte Penal Internacional por considerar que lo que pasa en Libia se debe quedar en Libia. Un CNT apoyado por un país como EEUU, cuyo sentido de la justicia se concreta en vulnerar la soberanía de un país, asesinar a un terrorista sin juicio previo y arrojar su cuerpo al mar desde un avión. Argelia podría tomar todos esos elementos y mantener bajo custodia a la familia de Gadafi por considerar que entregarlos ahora sería arrojarlos a los leones. Bouteflika podría jugar esa baza para retrasar la entrega, para ganar tiempo, hasta que los jefes tribales que se esconden bajo el CNT muevan ficha realmente como Gobierno autónomo de Libia y no como pelele de Occidente -temores que comienzan a cobrar mucha fuerza.
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