El PSOE traslúcido

A principios de marzo saltaba el escándalo de los ERE irregulares en la Junta de Andalucía. Las cifras entonces hablaban de 70 intrusos en 19 de las 35 empresas investigadas. Por aquellas fechas, el propio PSOE evitó la creación de una comisión de investigación en el Parlamento andaluz. No era la primera vez que lo hacía.

Avanzaron los días y la juez encargada del caso, Mercedes Alaya, imputó al exconsejero de Empleo Antonio Fernández, escalando la gravedad del caso que, unos pocos días después, revelaba que el número de empresas investigadas superaba ampliamente el centenar. Continuó la escalada corrupta del caso, salpicando al diputado por Sevilla Ramón Díaz, que llegó a querellarse con un directivo de Vitalia que en declaración policial le involucró en la trama. Todo lo demás, cruce de acusaciones, debacle electoral del PSOE el 22M y la juez Alaya poniendo contra las cuerdas al PSOE andaluz.

El punto álgido de esta trama llegó cuando la magistrada solicitó las actas del consejo de Gobierno y la Junta se las negó. ¿El motivo? Confidencialidad. Aquel hecho despertó las sospechas de corrupción, incluso, entre quienes habían defendido la inocencia de los dirigentes del PSOE andaluz previamente. Surgió ese asqueroso tufo de corrupción que resulta tan sencillo disipar con transparencia. Pero la Junta de Andalucía no la tuvo. Fue más opaco que nunca y la juez Alaya tuvo que recurrir esta negativa a instancias superiores.

Por eso mismo, sorprenden las declaraciones del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, el mismo día de la Conferencia del PSOE en Madrid, que él mismo preside, y que está llamada a definir la columna vertebral del programa del 'candidato Alfredo' para el 20N. Los tribunales han dictado sentencia y obligan a entregar, tal y como solicitó la juez, las actas de los últimos 10 años del consejo de Gobierno, con la excepción de las deliberaciones que la Junta considere confidenciales.

Y ahora Griñán, a menos de dos meses de las elecciones generales y a seis de las autonómicas andaluzas, pretende ser todo transparencia. Según explica, "vamos a entregar todas las actas de esos diez años, enteras, con puntos y comas, incluso las partes en las que podíamos hacer reservas". Entonces, ¿por qué no se hizo en su día? ¿Por qué hemos perdido unos meses preciosos para desenmascarar una fraude de bulto? ¿Qué han pasado durante todos esos meses? Preguntas que esa falsa transparencia de la que alardea Griñán no es capaz de explicar.

Y lo más inquietante, el deseo de Griñán con el que concluye el tema: "Espero que la juez sólo haya pedido las actas de diez años por el tema de los ERE, no por todo lo demás que ha pasado en diez años". ¿Y qué ha pasado? ¿Hay algo que inquiete, preocupe o lamente Griñán de esa década en la que el PSOE andaluz disfrutó de una amplia mayoría absoluta?

Es complicado vender transparencia cuando uno, como mucho, es traslúcido... y por orden judicial.
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1 comentario

  1. espero que el psoe saque menos de 50 escaños

    A ver si asi se pegan la gran hostia y sus juventudes purgan ese nido de viboras

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