Eje Madrid-Barcelona o un muestrario de enchufes
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Si miramos al gran rival institucional de Madrid -es un hecho en la pugna centralismo sí, centralismo no-, vemos que en Cataluña Artus Mas retoma viejas constumbres en la Generalitat. Igual que en su día hiciera Jordi Pujol con su esposa, Marta Ferrusola, que ostentó el cargo 23 años, Mas ha nombrado a su mujer, Helena Rakosnik, presidenta comité organizador del Festival de la Infancia... bueno, Helena Rakosnik y Tomé, que a Mas le gusta remarcar el segundo apellido para ejercer de catalanismo.
La gran damnificada ha sido la modelo y empresaria Judith Mascó, que llevaba siete años en el cargo. Cuando en noviembre de 2010 Mas se hizo con la Generalitat, lo celebró con su esposa, que ocupó un lugar central en la ronda de agradecimientos. Nada comparado con el nuevo cargo que le 'regala' ahora. Rakosnik estudió Magisterio y desde hace 32 años trabaja como técnica a media jornada en la empresa pública de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Esta catalana de origen checo procede de una familia de empresarios del cartón que lleva décadas en Barcelona. En los últimos años, la familia cambió el cartón por los inmuebles.
Hay cosas que parecen no cambiar nunca. El dedazo, el enchufismo que se da en todos los estratos sociales, también se reproduce entre los políticos. El problema es que un político no es un ciudadano normal y estos vicios se amplifican. La actitud del político ha de ser ejemplarizante, sin caer en debilidades humanas como regalar puestos de responsabilidad a familiares allegados... o reclamar ciertos lujos que no corresponden, como un iPhone o un iPad para sus señorías. Polémico debate ayer en Twitter con este cuestión, con defensores de la medida como Nacho Escolar. Pero esta vez, creo que se equivoca, aunque él defienda que dotar a loa diputados de herramientas para el ejercicio de su profesión es positivo.
El problema es que ese pago del ADSL y de dispositivos electrónicos de última generación es un pago en especie -y así ha de tributar, no sé si lo harán en todos los casos-. Este tipo de pagos suelen utilizarse en las 'empresas normales' como un estímulo al trabajador pero, ¿acaso no son suficiente estímulo los 1.800 euros al mes que cobran en dietas, el servicio de guardería dentro del mismo Cogreso o tener que cotizar tan sólo siete años para cobrar la pensión máxima frente a lso 35/40 de media del resto de la ciudadanía? Creo que sí y, con los sueldos que se gastan, también me parece que se pueden permitir el pago de sus comunicaciones que, por cierto, usan poco para hablar con el pueblo. Con SU pueblo.
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