El PSOE tira de anticuerpos contra la derrota

Son pocos, muy pocos, los que quieren ver algo más. Emiliano García-Page, alcalde socialista de Toledo, es una de esas excepciones, admitiendo que "no sólo ha sido por la crisis". ¿El resto? Se lava las manos con pequeños matices como el de Chaves, que lanza un "quizás, tal vez, no hemos previsto la intensidad de la crisis". Pero ni mú de otros errores que les atribuyen, incluso, sus más cercanos, como una reforma laboral que no funciona, unos servicios sociales mal concebidos y malgastados con café para todos -no puede haber el mismo cheque bebé para un mileurista que para el príncipe-, una reforma constitucional exprés sin contar con el pueblo soberano...

Pero esa falta de autocrítica también se da en su propia casa: Al error de haber erigido candidato a Rubalcaba en un oscuro proceso de no-primarias repleto de conspiraciones palaciegas, le sucede ahora el más que probable nombramiento del 'candidato Alfredo' como nuevo secretario general... mal que le pese, incluso, a éste. La maquinaria sexagenaria del PSOE ya se ha puesto en marcha para limpiar el camino al malogrado candidato, si bien quieren dar imagen, como apunta Chaves, de "unidad de partido" al tiempo que de "democracia interna". ¿Será otra vez Chacón la cabeza de turco o habrá escarmentado después del resultado cosechado en Cataluña?

Eran muchos los socialistas que deseaban un desastre colosal como el que se ha producido, con la esperanza de que la renovación del partido fuera inevitable. Pero ni siquiera el peor resultado de su historia parece servir para apear del tren a quienes han conducido a la formación al hundimiento. EL PSOE tira de anticuerpos para inmunizarse contra la derrota. El militante, el simpatizante aún tiene un pequeño margen de maniobra. ¿Lo usará o también él está condenado a la falta de autocrítica?