La última traición del PSOE (o no)

El Consejo de Ministros del Gobierno en funciones ha indultado al consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz. ¿Qué significa eso? Que se le perdona la condena impuesta, nada menos que por el Tribunal Supremo, a tres meses de prisión e inhabilitación por un delito de acusación falsa cometido en 1994 contra unos acreedores de Banesto cuando era presidente de la entidad.

Así, Sáenz mantiene intacta -al menos legalmente- la "honorabilidad" que se le exige para poder seguir trabajando en ese honrado negocio que es la banca. Para que esto ocurra, el propio Gobierno de Zapatero acaba de tirar la poca "honorabilidad" que aún le quedaba...

... y durante la rueda de prensa posterior al Consejo, el malogrado José Blanco se ha encargado de poner la puntilla, haciéndose el sueco a pesar de las preguntas explícitas y alegando que "no es habitual que se informe de los indultos". El dirigente del PSOE, que sigue acusado por corrupción, ha ha remitido a una nota que facilitará en breve el Ministerio de Justicia.

Lo escándaloso no es el indulto en sí, que lo es, sino los favores que habrá recibido el PSOE para tener que devolver uno de este calibre.