Urdangarín: Imputación YA

Las noticias que llegan sobre los chanchullos del duque de Palma salpican de pleno a la Corona española. Lo quiera o no el Borbón. Y Anticorrupción no debería dejar pasar mucho más tiempo en imputar a Urdangarín a la luz de los datos y las pruebas publicadas. El malestar por el hecho de que un político o cualquier empresario, con esos datos, ya habría sido imputado comienza a dejarse notar... con sobrada justificación. Y el hartazgo por el agujero que supone la Corona, que parece no tener suficiente con lo que le pagamos, le remueve a uno las entrañas con las que escribe este post.

El silecio de la Casa Real es inquietante. Si éste se prolonga cuando se produzca la imputación será, además, alarmante. No le falta razón a Cayo Lara, republicano de pro, cuando solicita "una reprimenda" por parte del rey. ¿Por qué? ¿Acaso no es lícito que quiera proteger a un miembro de la familia? En su caso, NO. Cuando uno asume disfrutar de los privilegios de una institución tan anacrónica y antidemocrática como la monarquía, uno debe asumir las mismas obligaciones. Y la obligación moral e institucional fuerzan al Borbón, en el mismo instante en que Urdangarín sea imputado, a hacer una declaración que limpie -ya será complicado- el nombre de la Corona.

Será complicado porque, a pesar de sus logros, la monarquía española lleva bajo sospecha demasiado tiempo. Algunos como Anasagasti vienen denunciándolo por activa y por pasiva. Ya va siendo hora de avanzar en nuestra democracia, de que sea el Gobierno quien asuma esos logros que se atribuyen al Borbón y su estirpe... y, volviendo a Urdangarín, que buen partido ha sacado ya de su condición de duque, que respire y se felicite porque, de ser culpable, el castigo que se le imponga no sea tan anacrónico como sus privilegios. De ser así, rodarían cabezas... literalmente.