Adiós a un franquista reconvertido

Desde el partido político que fundó, el PP, se ha emitido un comunicado en el que olvida por completo su pasado franquista y su negativa a condenar la dictadura de la que fue parte activa. El comunicado habla de "la pérdida de un hombre ejemplar que siempre luchó por sus ideales, con absoluta convicción, y que siempre demostró su amor a España y a Galicia"... pero no de los españoles, al menos en un época de su vida en la que fue representante de una dictadura opresora. A finales de 2008, el senador de ERC, Miquel Bofill Abelló, llegó recordar su pasado en la Cámara Alta al afirmar que "el señor Fraga ha puesto de manifiesto su raíz franquista" e, incluso cuestionando "que no es digno de sentarse en un parlamento democrático".

No se trata ahora de empañar la memoria de un hombre fallecido, pero tampoco de ensalzarla de más.
Católico a ultranza, enemigo del aborto, defensor de la homesexualidad como "anomalía" y, cuando contaba 87 años, contrario a retrasar la edad de jubilación. Algo que, quizás, debió asumir antes, pues su última legislatura como senador estuvo marcada por la inactividad: sus intervenciones en el diario de sesiones se pueden contar con los dedos de una mano en cuatro años.

Por eso, en un día como hoy, podemos hablar de la muerte de un franquista reconvertido, pero franquista a fin de cuentas, con todo lo que eso implica. No lo olvidemos.