Bankia y Caixabank, la fusión que pagaremos todos

El PP, desde luego, está muy interesado en que se produzca la fusión y que Rajoy se dé un baño de multitudes en el próximo Consejo Europeo y su posterior comparecencia en el Congreso... por eso mismo, el propio Luis de Guindos, ministro de Economía, podría estar haciendo las veces de particular celestino. Bankia, tal y como está ahora, es una lastre para la reforma bancaria que quiere emprender el Gobierno, pues tiene importantes vencimientos en los próximos meses y demasiada exposición tóxica a activos inmobiliarios -que concedió muchas hipotecas arriesgadas, vaya-, por mucho que las haya desviado a su matriz, el Banco Financiero y de Ahorro.

La operación, en todo caso, no será sencilla y requerirá de una fuerte inversión... por eso, otra de las teorías que circulan es que se podría recurrir al fondo de rescate europeo para sacar adelante la fusión. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, descartaba ayer mismo este extremo, pero con este Gobierno, que se mueve constantemente entre la improvisación y la opacidad premeditada, uno nunca sabe.

Atrás queda la larga lista de 'amiguismos' en Bankia, casi todos ellos ligados al PP: la pésima gestión en Valencia del que hasta noviembre fue vicepresidente de Bankia, José Luis Olivas; el dinero desviado a Agustín González (224.000 euros), el sueldito de Ángel Acebes (163.000 euros); la jubilación dorada de Virgilio Zapatero con casi 200.000 euros (mira, éste socialista) y, por supuesto, los 2,34 millones de euros de sueldo de Rato (8 veces más de lo que ganaba en el FMI). Su homólogo en la Caixa, Isidro Fainé, no se queda corto con sus 2,6 millones de euros.

Y mientras, eso sí, la entidad que lidera el multimillonario Rato acudiendo al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), del que recibió nada menos que 4.465 millones de euros que recibió en 2010. Una fusión, en suma, que pagaremos todos.