La absolución de Camps, la condena del Gobierno
La indignación se apoderó ayer de millones de ciudadanos en España tras conocerse la 'no culpabilidad' de Camps -evito el tratamiento de 'don', como sí utiliza el PP, porque no me infiere ningún respeto-. Las redes sociales fueron reflejo del asco que produce muchas veces la Justicia en nuestro país y éste es uno de los mejores ejemplos...sobre todo después de haber escuchado ciertas conversaciones que retratan muy bien a los ahora absueltos.
"¿Quién repone la honorabilidad y el buen nombre de Camps?", preguntaba anoche Dolores de Cospedal. Sencillo: Nadie, es imposible; el hecho de que haya conseguido la absolución es, sin duda, su mejor regalo y con ello debería conformarse. Es más, tanto él, como el PP como el Gobierno en bloque deberían lamentar el fallo del jurado -mas fallo que nunca- porque se volverá en su contra.
La sociedad ha de reaccionar, se debe movilizar y mostrar abiertamente su profundo desacuerdo con el modo en que se están llevando las riendas del país. En Valencia, los compañeros de Acampada Valencia ya se han agrupado a las puertas del Tribunal Superior de Justicia Valenciano (TSJV) y desde aquí hago un llamamiento para seguir nutriendo la concentración... y a multiplicarla por toda España.
No son pocos los que sugieren que se ha pasado de un estado de indignación a otro de resignación. Que no sea así: convirtamos la absolución de Camps en la condena definitiva de este Gobierno cómplice de la injusticia. Llenemos las calles, gritemos, protestemos y, si es necesario, bordeemos la delgada línea de lo que los poderosos consideran legalidad para ilustrar nuestra indignación. Ha llegado el momento de alumbrar un movimiento de 'guerrillas urbanas' que irrite, sonroje y amedrente a quienes creen que tienen carta blanca para pisotear al pueblo soberano. Ya no basta con una simple acampada, ni con una concentración masiva. Eso, aunque necesario, es sólo el aperitivo de lo que está por llegar...
...y cuando llegue, quienes hoy se alegran de la 'no culpabilidad' de Camps, la maldecirán.
"¿Quién repone la honorabilidad y el buen nombre de Camps?", preguntaba anoche Dolores de Cospedal. Sencillo: Nadie, es imposible; el hecho de que haya conseguido la absolución es, sin duda, su mejor regalo y con ello debería conformarse. Es más, tanto él, como el PP como el Gobierno en bloque deberían lamentar el fallo del jurado -mas fallo que nunca- porque se volverá en su contra.
La sociedad ha de reaccionar, se debe movilizar y mostrar abiertamente su profundo desacuerdo con el modo en que se están llevando las riendas del país. En Valencia, los compañeros de Acampada Valencia ya se han agrupado a las puertas del Tribunal Superior de Justicia Valenciano (TSJV) y desde aquí hago un llamamiento para seguir nutriendo la concentración... y a multiplicarla por toda España.
No son pocos los que sugieren que se ha pasado de un estado de indignación a otro de resignación. Que no sea así: convirtamos la absolución de Camps en la condena definitiva de este Gobierno cómplice de la injusticia. Llenemos las calles, gritemos, protestemos y, si es necesario, bordeemos la delgada línea de lo que los poderosos consideran legalidad para ilustrar nuestra indignación. Ha llegado el momento de alumbrar un movimiento de 'guerrillas urbanas' que irrite, sonroje y amedrente a quienes creen que tienen carta blanca para pisotear al pueblo soberano. Ya no basta con una simple acampada, ni con una concentración masiva. Eso, aunque necesario, es sólo el aperitivo de lo que está por llegar...
...y cuando llegue, quienes hoy se alegran de la 'no culpabilidad' de Camps, la maldecirán.
Tienes toda la razón.
ResponderEliminarYo también pienso que esto es la gota que colma el vaso. Creo que ha llegado el momento de dejarse de acampadas masivas, que aunque muy emotivas, no producen el más mínimo sentimiento a los políticos corruptos de este país.
Ha llegado el momento de que los gobernantes teman al pueblo en vez del pueblo a los gobernantes.
Reventemos las calles, hagamos saber al gobierno que lo siguiente será la desobediencia civil.
Pues manos a la obra. ¿Por dónde empezamos? Es hora de que quienes nos gobiernan nos tomen en serio.
ResponderEliminarYo era de los que acudía a la acampada de Valencia a intentar llevar sosiego y calma, mesura y paz en las acciones a tomar. Sigo creyendo que cualqueir cosa que se haga debe ser simpática a la mayoría, no molestar, porque la opinión pública es lo único que puede ayudarnos. Si la perdemos, no tendremos nada. Pero llegados a este punto, también coincido en que ha llegado el momento de dejar de ser pacíficos. Lamentáblemente, los gobiernos están actuando con una VIOLENCIA atroz contra los ciudadanos con recortes, más recortes, bajadas de sueldos, subidas de impuestos, más recortes, burlas judiciales como Las de Botín, Camps, Garzón, más recortes...
ResponderEliminarLo siento mucho pero he llegado al convencimiento de que si no hacemos reventar la situación, nos comerán del todo. Y si lo consiguen, entonces será tarde. Actuemos YA. Reventemos el sistema YA, pues está visto que el sistema va a por nosotros con absouta claridad y desvergüenza. Desobediencia civil, insumisión fiscal, manifestaciones... de todo. No quiero pagar ni un impuesto más hasta que no vuelvan a recoger la basura como antes, cada día, hasta que los niños puedan ir a la escuela con los mismos profesores y con calefacción, hasta que vuelvan a poner las consults médicas y ambulancias que han quitado... hasta que no eliminen las TV autonómicas, hasta que no devuelvan los dineros los que lo han robado, hasta que no hagan pagar impuestos a los que lo han evadido., hasta que no quiten la prescricción en los delitos fiscales, hasta que los políticos y cargos públicos directos e indirectos no tengan responsabilidad penal por sus actos, hasta que no haya una ABSOLUTA y PARANOICA transparencia en todos los gastos públicos, ya sean directos o indirectos...
YA BASTA!!!!!!!