La crisis que protege a los ricos

Mientras la Administración Rajoy sigue sin reclamar el protagonismo europeo que tanto reinvindicó durante su campaña electoral, en Europa siguen preparando el terreno para empapar de más capitalismo al sistema moribundo. Sigue la transfusión sin haber hecho antes un torniquete. Aquí, en España, se cometen errores de bulto, como la congelación de los salarios mínimos, que agrava aún más las cuentas de la Seguridad Social.
Y el ministro de Hacienda, Montoro, que no se vuelca con la profunda reforma fiscal que tanta falta le hace a España. Algo que, presumiblemente y como ha sucedido con las primeras medidas de austeridad emprendidas por el nuevo Gobierno, penalizará a las rentas medias y bajas y no a las altas. Sería de ilusos pensar que Montoro prepare una reforma fiscal capaz de tapar todos los agujeros legales que existen por medio de los cuales los empresarios son capaces de eludir el impuesto de sociedades -con un tipo oficial del 30%-, llegando a pagar por debajo del 10%.
Merece la pena echar un ojo a Cataluña, porque en gran parte es el espejo de lo que está por venir al resto de España. Artur Mas ha conseguido que la autonomía que gobierna tenga el tercer tipo impositivo más alto del mundo, con un tipo máximo del 56%. Sólo Suecia (56,6%) y Aruba (59%) la superan. La gran diferencia -y es a lo que se encamina España entera- radica en que mientras en Suecia cuentan con uno de los Estados de bienestar más sólidos, Mas ha amputado por completo el catalán, perjudicando gravemente a quienes más lo necesitan. Preparémosnos para lo peor... salvo si usted es rico.
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