La manipulación de Canal Nou termina en ERE
Canal Nou ha cumplido su función propagandística y ahora, con cuatro años por delante hasta las próximas elecciones, es hora de aplicarle la dieta presupuestaria. Así lo ha debido de pensar Alberto Fabra, dispuesto a aplicar un ERE al ente que podría afectar a dos tercios de sus 1.800 trabajadores. Para ello, Fabra subcontrará a una empresa externa, aún por determinar, tratando de impregnar de una pátina de neutralidad, como ya se hiciera en 2010 con PricewaterhouseCoopers en 2010. Por cierto, la misma empresa que en Reino Unido acaba de ser sancionada con 1,4 millones de libras (1,7 millones de euros) por su deficiente auditoría de JP Morgan en el ejercicio que llevó a ésta a pagar la mayor multa impuesta en las islas británicas (más de 33 millones de libras, unos 40 millones de euros) por no haber protegido los intereses de sus clientes.
Como sucede con Telemadrid, la cadena valenciana ha estado siempre en el punto de mira de la manipulación; de hecho, son las dos únicas cadenas que han sido denunciadas por tales hechos por sus propios trabajadores, obligados a mentir a la opinión pública. Ejemplo: si usted vive en la Comunidad Valenciana y sólo se informa a través del canal autonómico, no tendrá ni idea de qué es el caso Gürtel. ¿Exageración? En absoluto... a pesar de que uno de sus últimos directores generales, Pedro García, ha estado implicado en la trama. Así de sangrante es la manipulación llevada a cabo por el PP en esta cadena. Como resultado, nacieron organizaciones como la Plataforma por la Transparencia y la Pluralidad en Canal 9.
Una cadena por la que ha pasado toda una cohorte de periodistas vinculados con la extremaderecha, como Isabel Durán, habitual colaboradora de Intereconomía. Donde el ex secretario general de RTVV, Vicente Sanz, amigo de Eduardo Zaplana -que le enchufó en 1995-, fue acusado por abuso sexual por tres empleadas. Justo después, ya en la calle y con las espaldas bien forradas de euros, Sanz colocó al frente a Luis Redondo, al que todos conocían en la cadena como su ahijado.
Se estima que el despilfarro realizado en la cadena durante la era Camps ronda los 1.200 millones de euros de deuda. En lugar de juzgar a quienes han realizado el desfalco, a quienes han esquilmado los recursos de los valencianos, han manipulado a los profesionales de la cadena y han sesgado el derecho a la información de la ciudadanía, se echará a la calle a los trabajadores... y, posiblemente, y una vez 'saneada' la cadena, se privatizará a algún amiguete empresario, que volverá a redoblar lo esfuerzos propagandísticos con la proximidad de las elecciones.
¿Saben qué es lo peor? Que les funciona. Y si no, ¿cómo se explican los pasados resultados en la Comunidad Valenciana en el 22M y el 20N?
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