Goodbye Occupy London... in St. Paul's

Y así ha sido: la pasada madrugada, con nocturnidad y alevosía, la Policía de Londres ha desalojado el campamento. No se han producido incidentes porque si algo ha demostrado Occupy London durante todo este tiempo es su pacifismo. A diferencia de los políticos, ni siquiera les ha hecho falta la agresividad verbal para llegar a la conciencia de la gente. A Occupy London, en cambio, le ha bastado con el diálogo. "Contra el lavado de cerebro del sistema económico actual lo que hace falta es mucho diálogo", me decía Akira, "que la gente comparta experiencias y aprenda de ellas". Un proceso que el propio activista admitía que "lleva tiempo", pero para el que activistas como él, es imprescindible. A fin de cuentas se trata de defender los intereses, el bienestar, la justicia social para el 99% de la población frente al 1% de la élite ecónómica, política...

Akira.

... y religiosa... porque incluso aquí, la Iglesia ha tenido un comportamiento cuando menos, poco cristiano. A pesar de lo publicado en algunos medios, incluso en The Guardian, los acampados en St. Paul's coincidían en que "ha tenido un comportamiento hipócrita, con un discurso de apoyo a la causa mientras sus hechos respaldaban a la City". Prueba de ello es cómo negó agua potable a los acampados en diciembre, cuando la City decidió corta el agua en la fuente de la plaza como medida de presión para expulsar a los que, a sus ojos, eran "pordioseros drogadictos"... o durante el juicio, explica, Akira, "cuando la City denunció que hubiéramos defecado en la iglesia, algo que es totalmente falso, y los responsables de la Catedral no lo negaron alegando que Jesús es neutral".