La enfermedad crónica del PP

Sea como fuere, la viceconsejera de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Patricia Flores, ha dibujado, incluso y a pesar de las matizaciones posteriores a que nos van teniendo tan acostumbrados los populares, un futuro aún peor. Enfermos crónicos, que se vayan olvidando de sus tratamientos gratuitos.... ¡un momento! ¿Gratuitos? Ah, no, que los estuvieron toda su vida con sus impuestos... Pero no es eso lo que se piensa desde el PP y en un futuro no muy lejano los enfermos de cáncer, por ejemplo, tendrían que pagarse sus tratamientos, puedan o no hacer frente al gasto. ¿Será esa una de las medidas que tiene en mente el Gobierno para reducir el déficit de la Seguridad Social? No sólo porque no reduce gasto farmacéutico, sino también porque se alivia el tema de pensiones...

Los gobiernos conservadores están perdiendo el norte, al menos, el del Estado de bienestar. En Reino Unido, por ejemplo, ayer saltaba la noticia de críticas por parte del Gobierno a un fármaco contra el cáncer de próstata porque no es "efectivo desde el punto de vista del coste".  Pero oiga, que no hay alternativa más barata, así que o se lo paga usted o...

Esas recetas no llevan a nada bueno. En el caso concreto de Madrid, ya el malogrado Güemes coqueteó con la idea en 2008. Y la progresiva privatización de la Sanidad, de manera sibilina, ya es un hecho en la Comunidad. Ejemplo: en el antiguo Hospital Puerta de Hierro los estudiantes de enfermería y medicina que trabajaban en el centro contribuyendo a su formación venían de la Universidad pública; en el nuevo hospital, ahora en Majadahonda, sólo hay alumnos de la Universidad privada.

Se sigue dando palos de ciego y aún a día de hoy no hemos escuchado ni una sola medida que no sea de austeridad, que no sea de recorte. Ningún estímulo a la economía. El Gobierno del PP está enfermo de neoliberalismo y es algo crónico. ¿Hasta cuándo va a seguir subvencionando la ciudadanía su tratamiento?