Al abordaje del mercado anglosajón
La empresa española mira a Reino Unido; no sólo en el caso de las grandes constructoras o las entidades bancarias, sino también en el de las pymes. Aunque no existen cifras oficiales, desde la Cámara de Comercio española en Londres su secretaria general, Silvia Estivill, estima que “deben rondar las 200 empresas en todo el país, sobre todo en la capital”.
Según apunta Estivill, “es un buen momento y cada vez más empresas apuestan por exportar o directamente invertir en el mercado británico”. Tanto es así, que la Cámara prevé la llegada de cerca de 60 empresas en los próximos 12-18 meses, “de cualquier sector de actividad”. Entre los factores que han propiciado este fenómeno destacan la caída de la libra esterlina y el “efecto pantalla que tiene el mercado inglés en el resto del mundo, porque tener éxito aquí supone una garantía de cara al exterior”, sostiene Estivill.
Una fotografía que cuadra a la perfección con Grupo Batemed, nacido en 2009 y especializado en electromedicina, que hace un año tomó la decisión de dar el salto al mercado británico al ver cómo los hospitales españoles se retrasaban en sus pagos. Bajo la marca Global Endoscope Training (GET), la compañía sevillana mantiene una línea ascendente. Beatriz Pérez, su responsable en Reino Unido, explica que fue necesario crear la empresa británica porque “en este mercado hay preferencia por tratar con compañías locales”. Bastó para hacerlo una libra (1,20 euros) de capital social.
GET opera en realidad desde Sevilla con viajes esporádicos de Pérez, manteniendo únicamente un despacho en Londres con gestores y personal administrativo. Esa estructura le ha bastado para “no sólo cerrar acuerdos en Reino Unido sino, además, trabajar desde allí con Latinoamérica, Emiratos Árabes o Francia”. La responsable lamenta que “siendo la misma empresa, con los mismos productos y servicios pero con ‘tinte británico’, ahora cerramos acuerdos internacionales y con el sombrero español ni nos miraban”.
Ventajas legislativas
Sin duda alguna, el otro gran estímulo para el empresario español a la hora de saltar al otro lado del Canal de la Mancha es la propia legislación británica, que permite crear una sociedad en un solo día. Miguel Ramos, director de MTP en Reino Unido –empresa española especializada en servicios de ingeniería y calidad de software-, asegura que “es un mercado mucho más liberalizado, donde es increíblemente sencillo abrir una empresa”. Lo complicado, explica, “es abrir una cuenta bancaria por toda la burocracia y la cantidad de referencias que solicitan; puedes tardar un día en crear la empresa y un mes en conseguir una cuenta”.
GET, Grupo Batemed. |
En un sector muy distinto, como es el de la moda, Catrin González, responsable comercial de Neck&Neck en Reino Unido, cuenta con satisfacción cómo “aquí el libre mercado favorece al emprendedor, con muchas más ventajas que el modelo español”. En temas conflictivos como la contratación, González muestra su agrado con la “flexibilidad británica, donde si a alguna de las dos partes no le interesa la relación laboral, se corta y listo, sin más ataduras”.
Aislamiento de Europa
Desde la Cámara de Comercio, Estivill no detecta gran preocupación por el posible aislamiento de Reino Unido de Europa. En cierto modo, explica, “siempre hemos estado así porque Reino Unido va por su cuenta” y cree que, “a pesar de la incertidumbre, la sensación es de tranquilidad”. Asimismo, el cambio de Gobierno en España también ha sido bien recibido por el empresariado español en Londres, considerándolo positivo.
Restaurante Brindisa en London Bridge (Brindisa) |
Aprendiendo (del) inglés
En los últimos años, una de las principales puertas de entrada de las empresas españolas es la hostelería, apoyado en nuestras materias primas. Sin embargo, y a pesar de que existen excepciones puntuales, fueron las empresas británicas las que abrieron camino a los productos españoles. Es el caso de Brindisa, que desde 1988 cuenta con tiendas de alimentación y restaurantes de tapas en Londres. Su director gerente, Alastair Brown, recuerda cómo “hasta principios de los 2000 no empezaron a llegar las empresas españolas con sus productos”.
Así, empresas británicas como Brindisa fueron las encargadas de evangelizar con la gastronomía española con productos como el queso manchego, “un desconocido aquí cuando empezamos”, indica Brown. Y desde entonces, cuenta con orgullo el gerente, “conservamos buena parte de los proveedores españoles con los que comenzamos”.
(Reportaje en Dossier Empresarial, marzo 2012)
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