La desconfianza de Rajoy

Rajoy y el resto de sus ministros acostumbran a subrayar no sólo el apoyo, sino el aplauso de sus medidas por parte de los señores feudales de Europa, Merkel y Sarkozy. Sin embargo, lo que según ellos mismos nos sacará de la crisis no son los Merkozy, sino los mercados, cuya confianza estamos lejos de ganarnos.

"España no ha estado nunca tan cerca de la quiebra y Grecia, Irlanda y Portugal pueden necesitar más rescates. Se ha movido hacia el lado equivocado y ahora se encuentra con el mayor riesgo de reestructuración soberana que haya tenido nunca". Son palabras de Willem Buiter, economista jefe de Citigroup en una entrevista a Bloomberg.

Declaraciones que no son más que un fiel de reflejo de la desconfianza que despierta el Gobierno de Rajoy -ayer, la prima de riesgo española se disparó hasta los 342 puntos-. Pero nuestro Gobierno no lo admitirá nunca, seguirá en sus trece y, además, ninguneando o, incluso, evitando a toda costa que la ciudadanía trate de expresar en la calle su desaprobación de las medidas.

La mayor reforma que necesitamos es la del modelo ecónomico-político. El capitalismo lo ha llenado todo y lo ha vacíado todo. Basta ya de buscar la cura del capitalismo en el mismo capitalismo; es un enfermo terminal, contagioso, cuya agonía es la agonía de todos. Acabemos ya con eso. Toquemos fondo y saludemos un nuevo modelo que, para empezar, mande al carajo a las Bolsas y a los especuladores.

Ese cambio de modelo implicaría sacrificios extraordinarios; no sé si mayores que los de mantener la agonía capitalista. Lo que sí sé es que el horizonte, al menos, sería mejor paliativo contra el dolor del que procura el que vislumbramos ahora mismo.